La Generalitat ha prohibido esta temporada a los pescadores de ríos y embalses usar botas con suela de fieltro para que no contaminen los lugares con especies exóticas, y les ha limitado las capturas de peces que pueden hacer.

El Departamento de Agricultura, Ganadaría, Pesca y Alimentación de la Generalitat ha publicado esta semana en el Diario Oficial de la Generalitat la normativa sobre la pesca de ríos y embalses de esta temporada, que ha comenzado esta semana.

En su resolución, prohíbe a los pescadores llevar botas con suela de fieltro porque facilita que las diferentes especies de larvas exóticas invasoras se queden enganchadas en la suela, lo que "favorece la transmisión".

El Departamento ha justificado esta medida por la presencia de nuevas especies exóticas invasoras, como el moco de roca situados en la cuenca del Segre, la Noguera Pallaresa y la Noguera Ribagorçana, o la almeja asiática en la cuenca del Segre y el Ebro, que "pueden modificar completamente el hábitat fluvial, siendo su erradicación y control muy costoso o imposible".

La Generalitat también ha presentado novedades para esta nueva temporada de pesca fluvial en las capturas y las artes utilizadas y ha establecido un límite de capturas para la trucha común de 4 ejemplares por pescador y día, de un tamaño superior a los 22 cm en las zonas de pesca controlada de salmónidos, mientras que en las zonas intensivas el máximo son 6 capturas de una longitud superior a los 19 cm.

En cuanto al cebado, que consiste en repartir alimento a los peces para que se acerquen a la zona donde están los pecadores, de la familia de peces que cuenta con el mayor número de especies, los ciprínidos, se limita este año a ua cantidad máxima diaria de 2 kilogramos por pescador y día y de 5 kilogramos para los participantes durante las competiciones oficiales de pesca.

La nueva regulación sobre cebado tiene como objetivo reducir la aportación de nutrientes que "podría provocar la acumulación de residuos orgánicos denominada eutrofización de las aguas y, en casos extremos, la muerte de los peces".

La longitud mínima de la lubina y las lisas presentes en aguas continentales de Cataluña se ha fija entre los 25 y 16 cm, respectivamente, con la finalidad de "homogeneizar las medidas con las establecidas en la normativa de pesca marítima, que regula estas especies que viven habitualmente en el mar, pero que entran en las aguas salobres de las desembocaduras de los ríos".

La Generalitat también ha modificado los límites de algunas zonas de pesca controlada como el intensivo de Pedret, el intensivo de Alfarràs, la zona de salmónidos del Convenio Pallaresa y la del Consorcio Alto Pallars, lo que implica un incremento de la longitud de la zona de pesca sin muerte en detrimento de la pesca con captura.

En el lago de Montcortès, se restringe la pesca a 6 permisos diarios durante el período comprendido entre julio y mediados de septiembre para compatibilizar usos entre bañistas y pescadores en periodo estival, mientras que en la cuenca del Segre se ha fusionado en una única zona de pesca controlada de salmónidos los más de 130 kilómetros y 15 lagos desde Puigcerdà hasta Organyà.

Desde el sábado 12 de marzo, los pescadores de trucha ya pueden practicar la actividad en los ríos situados en las zonas de baja montaña de Cataluña, mientras que la temporada en aguas de alta montaña se iniciará el 14 de mayo y durará hasta el 31 de agosto, aunque la pesca sin muerte se alargará hasta el 16 de octubre.

El Departamento ha recordado que la pesca genérica en Cataluña está abierta durante todo el año, excepto en las zonas de refugio de pesca donde está prohibida la actividad. 

FUENTE: EFE