Aguardo de Jabalí con arco, Lunas de agosto
Enviado por Jorge B. el 18-08-2019
Es 15 de agosto de 2019, una fecha muy señalada en la agenda de todos los pueblos de España, fiestas patronales y desenfreno, pero los aguardistas solo pensamos en disfrutar de las noches subidos a un árbol.
Como de costumbre sigo el mismo ritual, preparo las cosas, reviso el material cargo la furgo y rumbo al coto. Revisando el material, me faltan unos guantes, pienso -ya estamos con las tontunas mías, a saber donde han ido a parar -. Por suerte solemos tener duplicado el material y tenía guantes de repuesto. Aunque parezca una tontería, la piel desnuda es lo que mejor se ve por la noche y los jabalíes nos pillan rápido el movimiento, aunque la vista no sea su fuerte nos ven, máxime cuando el lance, como es mi caso, suele ser a una distancia máxima de 10 metros. ¡Si solo 10 metros!, a esas distancias o cuidas todos los detalles o no culminas un lance.
Salgo temprano de casa, ya que tengo que revisar los comederos y cargarlos si hiciera falta, con lo que necesito ir con al menos una hora más de margen. Nuestra autorización es por daños y sobre población, pero tienes para ponerte como pronto 1 hora antes de la puesta de sol hasta una hora después de la salida. Yo soy de los que se ponen temprano, es verdad que a las 2 de la madrugada ya estoy que me duelen hasta las pestañas de estar inmóvil encima de un árbol, pero.... manías mías!.
Reviso todo y a las 20 horas ya estoy en el sitio donde aparco la furgo y comienza de nuevo ritual, me cambio de ropa, me pongo la ropa de caza, los zapatos de caza, etc. Monto el arco, preparo el carcaj con las flechas, reviso la linterna (llevo filtro rojo, a ver que tal reaccionan a este filtro) que todo funcione correctamente, etc.
A las 21:06 marco a los compañeros el obligado, ¡en posición!, para que todos sepan que ya estoy con seguridad encima del árbol.
La noche transcurre muy tranquila, con algún pequeño sobresalto, como os podéis imaginar en el silencio de la noche una rata corriendo por la hojarasca seca, parece un elefante en cacharrería.
Sobre las 23:30 horas le pregunto a mi amigo Dani -¿cómo vas?, ¡por aqui todo muy tranquilo!, él me responde: ¡Nada tranquilo!-. Esta es la hora feliz, en la que los cochinos empiezan a desperezarse y a moverse de los encames.
A las 23:57, recibo un mensaje de Dani, -Niño, me ha pasado uno a toda pastilla y no ha querido saludarme, parece que va hacia tu zona-. Me pongo en alerta, tenía preparada la GoPro, la cámara de foto trampeo, todo dispuesto, por si suena la flauta poder grabar el lance.
Son las 00:10, oigo el cochino que se acerca a mi a toda pastilla, pienso en activar la cámara, pero no me la quiero jugar, porque entra muy rápido, cualquier movimiento o ruido puede dar al traste con un posible lance. En unos pocos segundos lo tengo debajo, escasos 5 metros nos separan. No lo veo aún, la luna esta a tope, pero al estar bajo la copa de un gran alcornoque, la plaza la tengo en sombra. De pronto anda unos pasos más, consigo localizarlo entre las sombras de la noche. Mira hacia mi, no puedo mover ni una pestaña, me localizaría y echaría al traste muchas horas de espera, muchos kilómetros, etc etc. Se mueve tranquilamente, espero el momento que me de el culo, aunque para los aguardistas con arco es más que conocido, el tiro más efectivo es de codillo, pero de atrás hacia delante, es decir buscar el codillo contrario. Se va poniendo en posición.... ¡Ahora!, abro el arco y me muevo hacia él para apuntar a la zona vital, tiro una primera ráfaga de luz roja, con mi nueva linterna Olight Mwarrios X Kit, no la abarrunta, ni se mueve, sigue tranquilo, tiro la segunda ráfaga, apunto... esta tan cerca que no veo silueta del animal, la campana me coge solo una porción del cuerpo, calculo la mitad del costillar, buscando el codillo contrario, sin respirar, aprieto el gatillo..... ¡¡¡Tanganazooooo!!!.
El cochino sale a la carrera, una carrera frenética, es tan rápido todo, que el culatín de la flecha, que es luminoso, no llego ni a verlo. Se hace el silencio y a los pocos segundos oigo como si el jabalí se empotrara contra unas jaras. Tengo muy buenas sensaciones con el tiro, pero hasta la mañana siguiente que vayamos con los perros a pistear no se sabe.
Comunico a los compañeros el Tanganazo, las felicitaciones y la alegría se suceden. ¡Es una suerte cazar con un grupo de gente así!.
00:30 horas, tras darle al Jabalí unos 15 minutos de rigor, me bajo del árbol y voy a revisar el tiro. No está la flecha, se la ha llevado puesta, pero lo preocupante es que nada de sangre en el tiro, reviso exhaustivamente la plaza y la salida del cochino, pero nada de nada. Ya estamos en lo de siempre.... ¡Noche en vela!, analizando todo lo sucedido.
Camino para casa y tras 50 min de coche a las 2 de la madrugada, ya estamos en la cama. Os podéis imaginar lo que dormí...¡Nada!.
Evidentemente no dejo que suene el despertador porque estaba ansioso. Había quedado con Dani para pistear a las 9 de la mañana. Preparo las cosas y cuando salgo a coger la furgo mi teckel "Teo", me espera junto a la furgo con mirada de... ¡Tú de aquí no te mueves sin mi! jajaja, ¿cómo pueden saber qué es lo que vamos a hacer?.
Nos encontramos en el punto de encuentro a la hora fijada, vamos al tiro y nada de sangre, los perros, "Senda" y "Teo", empiezan a estorbarse un poco. Cojo a Teo y lo pongo en el tiro, inmediatamente coge el rastro, a los 10 metros empiezo de ver mucha sangre y muy continua, se me acelera el corazón, parece que como intuía la noche anterior, el tiro había sido perfecto. Tras unos 20 o 30 metros más... "Allí estaba". La alegría fue doble, por el lance y las vivencias y por el rastro tan claro que había hecho mi Teo, sin duda le vino de lujo ese rastro fácil.
Los zorros y alimañas varias, se habían comido el hocico y una oreja del cochino durante la noche. Tras los abrazos y las felicitaciones toca currar, sacar el cochino del barranco y llevarlo a los coches, la verdad que fue durillo, porque pesaba el marrano, un macho de unos 60 kg y arrastrarlo entre dos monte arriba enjarado, no era fácil pero poco a poco lo subimos y pudimos hacer las fotos de rigor.
Una vez más agradecer a Dani, toda su ayuda y todo lo que me ha enseñado y me enseña en esta fantástica modalidad de caza. ¡Sensei gracias!.
Tras todo esto toco seguir trabajando, para despiezarlo, sacar las muestras para el control veterinario etc etc. La jornada terminó sobre las 15:30 de la tarde, con una paliza en el cuerpo importante, pero con un gran sabor de boca.
Ahora dejaremos descansar unos días el campo, después del trasteo, etc y a finales de mes volveremos a la carga.
Continuará....
Agradecimientos a:
Gracias a ellos he podido testear la fantástica linterna Olight Mwarrior X Kit, sin duda una gran linterna para el aguardo de jabalí. El filtro rojo sublime, ni se inmutan los jabalíes.
Unboxing Mwarrior X Kit
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