El Servicio de Medio Ambiente, en Zamora, afirma "no tener constancia" de la presencia de la moscarda del corzo en la provincia, aunque fuentes que investigan esta enfermedad, desde la Universidad de Santiago de Compostela, hayan reconocido que también Zamora está entre las afectadas, en mucha menor medida que Lugo o León, por ejemplo, donde los impactos del parásito han provocado un descenso acusado de población del cérvido.

Se trata de una larva que se instala en las fosas nasales y vías respiratorias del animal que le lleva a un estado de ahogo y le hace vulnerable a los depredadores al no poder correr con energía.

Se destaca que es una enfermedad específica del corzo, que no es contagiosa y la carne de la especie es comestible porque la larva no incide ni en la sangre ni en la carne. Sin embargo, el azote de la moscarda ha llevado a la Asociación Nacional del Corzo a proceder a su investigación y a pedir prevenciones a los cazadores.

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