Aste Nagusia es una fiesta de todos y para todos, y los niños, como no podía ser de otra manera, tienen su particular parcela de entretenimiento y diversión estos días. A 17.30 horas de ayer se inauguró de forma oficial la escuela de pesca para niños de entre 8 y 14 años, "aunque en ocasiones también hacemos alguna excepción y permitimos que niños más pequeños participen", explicó el presidente de la Federación de Pesca de Bizkaia, organización encargada de la organización del evento dentro del programa festivo de Bilboko Konpartsak.

Desde ayer y hasta la mañana del domingo 25, todos aquellos niños que se acerque al muelle de Ripa entre las 17.30 y las 20.00 horas podrán disfrutar del arte de la pesca sin muerte en una de las 30 cañas que se han colocado. Los organizadores esperan que más de 1.300 niños y niñas se acerquen a la escuela durante las fiestas. No en vano, es una de las actividades con mayor afluencia no solo en fiestas, también el resto de meses que la federación lleva a cabo esta actividad en la ría de Bilbao. "Cada niño que viene por primera vez recibe un carné de pesca y se le hace entrega de una gorra y un pañuelo de fiestas que nos ha cedido Bilboko Konpartsak", explicó el portavoz de la federación de pesca. Además, cada día se realizará el sorteo de dos caña y dos carretes entre los menores que participen en la escuela de pesca. Unai, de 8 años, es uno de los txikis que no falta a su cita con esta iniciativa. "Somos navarros y cada año venimos a Bilbao el primer domingo de fiestas y entre las actividades que tenemos programadas para el día está venir a la escuela de pesca. Les encanta", afirmaba José Luis, el aita de Unai.

Uno de los monitores enseña cómo pescar a un niño. (NAgore Centeno)

Debido a la gran demanda, los niños podrán dedicarse a la pesca durante un periodo de media hora. "Todos los días se llenan todas las cañas y tenemos lista de espera no solo de gente de Bilbao, también de otros lugares. Además, en fiestas se apuntan también los turistas. El año pasado, un chico catalán estuvo todos los días pescando con nosotros en la escuela y el último día su madre nos quería pagar", recuerda el miembro de la federación, quien quiso recordar que esta actividad, como el resto de actos de las fiestas, es totalmente gratuita.

LA VOZ DE LA EXPERIENCIA Son los propios miembros de la federación quienes se encargan de explicar los secretos de la pesca a los más pequeños. Les enseñan a poner la carnada -hecha con miga de pan-, a lanzar, a recoger y, lo más importante, a ser pacientes. "Todo es paciencia", dice Jesús, uno de los monitores de la escuela. "Paciencia y que no falte el cebo. Debe estar bien puesto y hay que mirar de vez en cuando para comprobar si la miga sigue ahí", añade.

La pequeña Ixone es otra de las pescadoras amateurs que ayer echaron la caña en la ría de Bilbao, aunque asegura que pescar le gusta "kili-kolo". "El año pasado le gustó más porque pescó. Este año no sale nada, pero hay que tener paciencia ¿verdad, Ixone?", justificaba la ama de la niña.

Para hacer más llevadera la actividad uno de los monitores enseña a la pequeña cómo colocar la carnada en el anzuelo. "¿Ves? Coges la miga y la colocas alrededor del anzuelo escondiéndolo para que los peces no lo vean", argumentaba el hombre, que después de lanzar añadía "ahora tienes que estar muy atenta al corcho y, si se hunde, tira fuerte hacia arriba".

Lamentablemente, también los peces tuvieron ayer la tarde festiva y, a pesar de que nadaron a sus anchas entre las cañas y los corchos, no se animaron a morder el anzuelo para el deleite de los txikis que después los devolverían a la ría.

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