A medida que pasan los años por la Festa da Troita, declarada de Interés Turístico hace más de una década, ésta se vuelve más ecológica.

Después de incorporar novedades como el uso de material de menaje reciclable, de crear un punto limpio de gestión de los residuos en el recinto festivo para evitar "que el campo de la fiesta acabe como una batalla campal" y de incorporar 'agentes verdes' que informan sobre el uso de todos estos servicios y colaboran en la limpieza del recinto y del río, la novedad en la XLVII edición, que se celebra este fin de semana en la villa del Verdugo, es la introducción de la pesca sin muerte en casi todas las categorías del concurso de pesca de la fiesta.

Los participantes de las categorías de infantil, juvenil damas y veteranos estrenarán este año la modalidad. Según explicó el representante de la Federación de Pesca Deportiva en Pontevedra, Manuel González, "aos concursantes daráselles unha plica con medidores e material para apuntar, e deberán devolver ao río os exemplares unha vez medidos. Un programa informático axudaranos a catalogar as capturas e establecer aos gañadores", recalcó ayer en la presentación del evento, en la sede de Turismo Rías Baixas.

Sostenible

Al Palacete de As Mendozas acudió el alcalde, Perfecto Rodríguez, quién contó con el apoyo de la deputada provincial de área, Ana Isabel Vázquez.

El regidor destacó el carácter sostenible de la fiesta, que, después de convertirse en pionera con la introducción del material reciclable, sigue explorando con éxito esa senda, a través de la integración.

Así, destacó la participación de colectivos de difícil inserción social "como os reclusos do cárcere da Lama e como o grupo de rapaces da Asociación Juan XXIII. Uns limpan o río nas xornadas previas, están a facelo agora, de feito, e tamén colaborarán o día da festa. Outros, estarán como axentes verdes e colaborado cos voluntarios do mostrador de degustación", relató, para apuntar que, con 25.000 euros de presupuesto, las fiestas le parecen irrenunciables pese a la crisis. "Non son un gasto, porque teñen un bó impacto no comercio e na hostalería local. Son un investimento".

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