Los cazadores tenían permiso para tirar a jabalíes, pero en el recuento final de las presas aparecieron dos ciervos. Los agentes de Medio Ambiente se percataron de la situación, levantaron acta de la infracción y decomisaron los animales. La Junta ha abierto un expediente sancionador a un coto ubicado en la zona de Las Pedrizas, perteneciente al municipio de Antequera, por la caza de esta especie sin autorización.

Se trata de una finca donde se practica habitualmente caza menor, y que, según explicó el coordinador de este servicio en la zona norte de Málaga, se autorizó puntualmente para una batida de cerdos salvajes. Al llegar al punto de encuentro tras la montería –lo que en el argot se conoce como junta de carne– se encontraron dos hembras adultas de ciervo, de la que una estaba siendo descuartizada. Tras levantar acta, ambas se decomisaron. El veterinario consideró que ese ejemplar no era apto para el consumo humano, y fue enterrado; mientras que el otro, de casi 200 kilos de peso, se donó a las Hermanitas de los Pobres de Antequera para usarla como alimento. Dado que no fue posible identificar al tirador, se denunció de manera subsidiaria al titular cinegético. Este periódico intentó sin éxito ayer contactar con los propietarios de la finca.

El delegado de Medio Ambiente, Javier Carnero, apuntó que, además de las sanciones administrativas, los casos muy graves pueden acabar en la Fiscalía de Medio Ambiente. «Hay decenas de expedientes de este tipo, porque hay una fuerte vigilancia sobre los cotos y somos intransigentes», afirmó, y añadió: La Administración es tajante y actúa con contundencia en estos casos: de la misma manera que se les otorga a los cazadores todas las facilidades, también el cumplimiento de la legislación tiene que ser absoluto».

José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, criticó lo ocurrido: «Ese tipo de comportamientos no es adecuado, hay que perseguirlo y sancionarlo; si se autoriza abatir a jabalíes es solo para esa especie, y nada más», afirmó, y consideró que se debe hacer una aplicación estricta de las normas. «Aunque pase, porque en el mundo de la caza también hay desaprensivos, no es lo normal ni define al colectivo de cazadores andaluces, que es escrupuloso con el cumplimiento de la Ley».

El año pasado se produjeron varios casos similares al descrito en la provincia, en los que los agentes de Medio Ambiente decomisaron jabalíes, ciervos, muflones y gamos que se habían capturado en cotos de caza menor, donde esos trofeos no estaban autorizados. Asimismo, se decomisaron unas 30 armas en manos de personas acusadas de furtivismo, un fenómeno que está aumentando con la crisis.

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