El delegado provincial de Caza, José Antonio Prada, afirma que «los accidentes de la fauna son es una lacra para los cotos porque hay acotados que no pueden soportar la prima que piden para suscribir el seguro y, en su criterio, o se arregla el asunto o muchos cotos quedaran cerrados».

Prada confía en que «los políticos se pongan las pilas para que España sea como los demás países europeos, donde los seguros del coche se hacen cargo de los daños por colisión con los animales»

El responsable de Medio Ambiente de la Unión de Campesinos-Coag, José Manuel Soto sostiene que el problema de los accidentes de la fauna en carretera está sin resolver y tal como está la crisis puede ir a peor todavía porque si la Junta de Castilla y León no tiene dinero para dar alimento a los animales silvestres de la Reserva, les obliga a moverse más, ocuparán las carreteras y habrá aún más golpes. Insiste Coag en la superpoblación de fauna y en la necesidad de efectuar un mayor control «y no dejar que al que toque la china que se aguante». «O se reduce la fauna o no hay solución» sentencia Soto, para quien moverse por los aledaños a la Reserva de La Culebra «da la impresión de hacer un safari por los lotes de animales que encuentras». Señala que, sobre la accidentalidad con la fauna «no todo sale a la luz pública». Una versión también apuntada por un gestor cinegético que argumenta la siniestralidad como una causa de rechazo en el caso de interesarse por el arriendo de un coto.

Para David Ferrero, presidente del coto de caza «El Muelo», de Otero de Bodas, la solución pasa «porque la Administración o las compañías de seguros de coches asuman los daños». Y no esconde su preocupación porque el alto número de partes de siniestros ocurridos en el término termine por poner en una situación difícil al propio coto.

El anterior responsable, Sergio Blanco, va más allá y estima que deben concederse más esperas en épocas de veda, justificadas por los daños, y no limitar el horario porque los animales no guardan horas para entrar o salir de las fincas.

José Manuel Soto critica que la Junta no tenga suscrito «un seguro de responsabilidad civil en las Reserva de caza de La Culebra», y alude a casos en que las aseguradoras dan por siniestro total un vehículo dejando al usuario sin coche y en el trance de tener que comprar uno nuevo. «La Junta obliga a los ganaderos a suscribir un seguro del lobo y no hace un seguro de responsabilidad civil donde administra la caza».

José Ignacio Regueras hace hincapié, además, en que las piezas de caza son res nullius (cosa de nadie) en Castilla y León, y no propiedad del titular cinegético, ni de los cazadores del coto. Precisa que la propiedad de la pieza de caza se adquiere mediante ocupación por parte del cazador que actúa legalmente. Por esta naturaleza de res nullius para Regueras los cotos no deberían cargar con toda la responsabilidad en los accidentes de tráfico originados por la fauna mayor silvestre y cinegética. Regueras Grande sostiene que «ante la magnitud del problema, el riesgo de atropello de un animal silvestre cinegético debería estar incluido como cobertura obligatoria en todos los vehículos», de ahí que coincida con los cazadores «por reformas legislativas o normativas con urgencia».

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