La Conselleria de Medio Ambiente y los responsables del parque natural de la Font Roja están estudiando la posibilidad de reemplazar la población de arruís y muflones por otras especies autóctonas como la cabra hispánica y el corzo. La iniciativa se enmarca en un plan dirigido a controlar las especies cinegéticas, que están empezando a causar daños en vegetación y cultivos.
El consejo rector de la Font Roja, en la reunión celebrada el pasado martes, abordó los problemas que están ocasionando en el paraje los muflones y arruís, dos especies alóctonas y, en el segundo de los casos, declarada como invasora.
Según explicaba el director del parque, José Luis Albors, estos animales están empezando a ocasionar daños en la vegetación y en los cultivos, debido a que se han establecido en la zona en un número más que considerable "porque aquí encuentran tranquilidad y alimentos".
Con todo, Albors resaltó que "aún estamos a tiempo de controlar la situación", y en este sentido se ha encargado un estudio en profundidad que concretará el alcance del problema y las medidas a adoptar para controlar la población de estos animales, entre ellas la autorización de cacerías.
Dentro de este marco, se estudia además la posibilidad de ir reemplazando los muflones y arruís por otras especies autóctonas, como es el caso de la cabra hispánica o el corzo. En cualquier caso, todo dependerá de las recomendaciones que efectúen los técnicos en este sentido.
Los herbívoros, como es el caso, desarrollan una importante labor en la prevención de incendios forestales, pero siempre y cuando la población sea la adecuada y no se rompa el equilibrio, como al parecer está empezando a suceder en la Font Roja.
En la reunión del consejo rector, por otro lado, se informó que ya han concluido los trabajos de repoblación llevados a cabo en el Barranc de l'Infern, donde se han introducido 3.500 plantas autóctonas tanto arbóreas como arbustivas.

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