Un ejemplar de urogallo

Los cazadores y ganaderos de Bielsa no están de acuerdo con el proyecto de decreto del plan de protección de Urogallo que el Gobierno de Aragón ha sacado a exposición pública y solicitan su retirada. Las excesivas limitaciones y las severas condiciones que el decreto incluye para actividades tradicionales, como la ganadería, las prácticas cinegéticas o las forestales han impulsado a estos colectivos a presentar alegaciones al proyecto. Y, probablemente, no serán los únicos.

El plazo para poder presentar a legaciones al proyecto de decreto publicado finaliza esta semana, el día 17, y de momento, en el valle de Bielsa, hay dos asociaciones que han presentado sus quejas, la Sociedad de Cazadores Valle de Bielsa y la Asociación de Ganaderos de Bielsa, a través de sus respectivos presidentes.

Pero como ha explicado a Pirineodiogital.com el representante de los cazadores, Ángel Luis Escalona, “el proyecto ha causado una gran preocupación en todo el valle, porque no permite hacer nada en prácticamente todo el territorio y, probablemente, el ayuntamiento también vaa presentar alegaciones”.

El asunto se abordó en una reunión que cazadores y ganaderos, principalmente, celebraron el pasado 7 de diciembre y que dejó patente el alto grado de preocupación que existe en el valle belsetano. Escolana explica que “no nos oponemos a conservar el urogallo, todo lo contrario, lo que sucede es que las limitaciones que se imponen para su conservación son tan severas que impiden otras actividades, como la caza del jabalí, la limpieza de pistas o los aprovechamientos de pastos, a partir de los 1.500 metros”.

El presidente de los cazadores de Bielsa explica que han analizado planes de conservación del urogallo de otros lugares, como sur de Francia, los Alpes, Austria, e incluso españoles, como los de Castilla y León, y, “en ninguno aparecen limitaciones tan severas como en este proyecto, ni siquiera dentro de las zonas denominadas críticas”. Según la documentación consultada por cazadores y ganaderos, “las áreas críticas previstas en este valle impedirían totalmente la caza del jabalí”.

Y lo más curioso del caso es, como apunta Ángel Luis Escalona, “que el principal causante de la disminución de población del urogallo es, precisamente, el jabalí, junto con la rabosa, y con este proyecto nos prohíben cazar esa especie”. Pero el problema no afecta exclusivamente a los cazadores y ganaderos de Bielsa, “está igual todo el Pirineo por encima de los 1.500 metros y muchos municipios, ya que las zonas críticas llegan hasta los 800 ó 600 metros”. Una exageración según cazadores y ganaderos si se tiene en cuenta la realidad: “A penas se ven urogallos en estas montañas y menos en zonas tan pobladas”.

Escalona insiste en que “para conservar el urogallo no es necesario prohibir otros aprovechamientos que se han venido dando desde siempre, lo que hay que hacer es sentarse a dialogar y encontrar entre todos la manera más idónea de mantener esta especie y otros usos del monte”. Además recuerda que, “ya hubo otros borradores anteriores, a los que también presentamos alegaciones, y este proyecto nuevo ha salido prácticamente igual, sin tener en cuenta nada de lo que se dijo”. Por ello y aunque exista este antecedente, Ángel Luis Escalona confía en que, “finalmente, se realice algún cambio, porque si no, a partir de los 1.500 metros no se podrá hacer absolutamente nada”.

Algunas alegaciones
La Sociedad de Cazadores “Valle de Bielsa” apunta en sus alegaciones que “no se puede afirmar que no exista un protección directa o indirecta sobre el Urogallo, dado que su presencia motivó la inclusión de la mayor parte de los territorios que ahora se recogen como Red Natura 2000, LICs y ZEPAs y, en la mayor parte de estos territorios, no se han desarrollado los Planes de Uso y Gestión”.
Además de eso, los cazadores señalan que la nueva clasificación que supone el proyecto afecta a territorios que ya son LIC, ZEPA, Parque Natural o Nacional o Reserva de Caza. “Todo un cúmulo de figuras legales de protección, superpuestas entre si, a veces diferentes y que están significando la expropiación encubierta a los propietarios y a los usuarios, vecinos de localidades con unos derechos históricos”.

Los cazadores también recuerdan que “la presencia del urogallo, en las zonas donde existe, no es casual, sino que se debe al uso (la gestión) del territorio por generaciones de nuestros antepasados”. Y ahora, dentro de los programas de desarrollo rural europeos, “estamos apostando por generar nuevos recursos respetuosos con el medio que asienten población humana y con el plan propuesto se ve afectada la ganadería, la caza, la explotación forestal, el deportes, como el senderismo, BTT, esquí de travesía, la actividad micológica, la fotografía…”.

La conclusión del colectivo cinegético es que, “el documento es totalmente improvisado, sin ninguna aportación científica que avale lo que pretense; no se ha hecho un diagnóstico real de los factores que afectan negativamente a la productividad de los juveniles y qué valores debería alcanzar para frenar el declive; no se indica la metodología seguida para elaborar el censo y qué requerimientos básicos se han seguido y tampoco se establecen de manera clara los objetivos y medidas de actuación donde se concreten las acciones a desarrollar para la consecución de los objetivos”.

La Asociación de Ganaderos de Bielsa, por su parte, se opone al texto, “al no tener en consideración la actividad tradicional ganadera de la zona, lo que genera graves exclusiones y limitaciones a los aprovechamientos de pastos por encima de los 1.500 metros, considerados zona crítica”. Además, apunta que “otras zonas de prados que se aprovechan por debajo de los 1.500 metros también han quedado incluidos en el plan de conservación del urogallo”.

Recuerdan que es fundamental para la actividad ganadera, “asegurar el tránsito de los animales hacia las zonas de pastos, por lo que se necesitan constantes actuaciones de mantenimiento y mejora de las pistas y caminos forestales, gravemente limitadas en el decreto”. También apuntan el caso de las limitaciones cinegéticas, “consideramos que se va a producir un incremento desorbitado de la población de jabalíes, aumentando los daños a fincas que sirven para pasto del ganado existente, y que ya vienen padeciéndolos año tras año en nuestro municipio”.