Los conejos que están arrasando los cultivos en Campo de Criptana (Ciudad Real) tienen los días contados. El Ayuntamiento ha adquirido 10.000 cartuchos que va a distribuir entre los cazadores de este pueblo manchego de 14.000 habitantes. El objetivo: acabar con la plaga de conejos que, además de reproducirse a un ritmo imparable, no respetan ni un cultivo.

“Tenemos que controlar esta plaga y evitar que hagan el daño que están haciendo en las viñas y en las plantaciones de melones y cebollas porque se comen hasta las cebollas y es escandaloso lo que está pasando”, se queja el presidente de la Sociedad de Cazadores de Campo de Criptana, Ángel Alberca. Para ello, esta sociedad ha firmado un convenio con el Ayuntamiento mediante el cual el consistorio se compromete a comprar 10.000 cartuchos que se distribuirán a los cazadores mediante cupos individuales. “Haremos todo lo que está a nuestro alcance para hacer frente a esta plaga de forma controlada”, aclara el presidente de los cazadores.

Control y no exterminio

En este sentido, el alcalde de Campo de Criptana, Antonio Lucas-Torres, ha querido adelantarse a posibles polémicas afirmando que “no hay que malinterpretar esta medida porque es de control medioambiental y no de extinción de esta especie. Es una medida a favor del pueblo y de los agricultores”.

Las tres cooperativas agrarias del pueblo confían en que surta efecto una medida que no es la primera que adopta el Ayuntamiento para frenar el crecimiento poblacional de los conejos: ha tenido que contratar a una empresa para triturar y trasladar la piedra de los antiguos majanos que delimitaban las parcelas porque los conejos los utilizaban como madrigueras.