Miguel Gómez Sel es un hombre decidido y emprendedor que en el año 2009 decidió aventurarse en Nueva Zelanda y dedicarse a las dos verdaderas aficiones de su vida, la caza y la pesca. Los comienzos no fueron fáciles y no empezó a trabajar de lo que el verdaderamente buscaba, pero el tiempo y las ganas le acabaron dando la razón.

No es un animal difícil de cazar, como es diurno suele sestear al sol durante el día, su vista es algo deficiente, y si el cazador tiene el viento a favor, podrá acercarse en una primera entrada hasta los 30 metros si se cubre correctamente. Hay que tener precaución al cobrar la pieza, pues suelen hacerse los muertos y arrancar cunando los cazadores se acercan. Más dañinos que sus grandes colmillos son sus pezuñas, muy afiladas por su hábito de escarbar.