Siempre hemos considerado el Armero como un lugar, que por normativa nos obligan a tener, para guardar y custodiar nuestras Armas.

Pues bien, porque no pensamos en que el armero es algo más que eso, porque no pensar que puede ser un lugar donde contemplar nuestras armas limpias, resplandecientes, ordenadas y mimadas.

De forma que al abrir su puerta, nos mantengan unos segundos o  minutos de contemplación y estos sirvan para sentirnos orgullosos, no solo por ser un habitáculo donde dejar nuestras armas, sino por tener un elemento más, que contribuye a que cada día que sales al campo te da la confianza y la tranquilidad de que todo está como tú siempre lo has deseado.

Suena romántico, pero piénsalo y verás cómo hay mucha verdad en lo que decimos.