Las lluvias que cayeron con fuerza días atras hicieron que el campo se cubriera con un manto verde precioso, aunque también me hicieron quedarme en casa el día anterior. Ha sido una mañana muy entretenida llena de lances y aciertos donde nos acompañaba una suave y fría brisa que hizo que el andar entre olivos durante varias horas fuera menos costoso.

El cansancio de los días anteriores hizo que me tomara la mañana libre para poder descansar y así aprovechar la tarde al máximo. Muy buena temperatura y un bando de perdices bravas en los olivos, hacen de este relato un buen ejemplo de como no hay que rendirse ante la dureza de la situación.

De nuevo volvemos a salir al campo. Esta vez nos acompaña mi primo Juan Carlos. Un joven apasionado de la caza que no duda en patear y patear el monte en busca de conejos y perdices. Una mañana algo mas entretenida con poquita caza pero én muy buena compañía.

Tras meses de espera por fin ha llegado el día de la apertura de la veda general. Muchas ilusiones y esperanzas en esas primeras salidas con la perra hacen que a pesar de la poca cantidad de caza que ha criado este año, uno este agusto andando por el campo junto con su compañero mas fiel.

Un día más salimos Kira y yo en busca de ese rápido lagomorfo que tanto nos gusta a los cazadores... Una bonita jornada en la que el calor ha sido el protagonista y testigo de esos bonitos lances que nos regala día a día el campo.