El Cabildo de Tenerife abrirá la veda el 2 de mayo para la caza del muflón en la Isla. La resolución en la que se establece el procedimiento de autorización para esta práctica fue publicada ayer en el Boletín Oficial de Canarias y en ella se recogen un total de 41 jornadas divididas en dos etapas: de principios del próximo mes al 20 de junio y del 1 de octubre al 14 de noviembre. El documento elaborado por la Corporación insular también recoge los sectores delimitados para la cinegética, que podrá desarrollarse en las zonas limitadas de 14 municipios.

Las áreas con permiso son las cumbres de una parte de Los Realejos, San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Garachico, El Tanque, Santiago del Teide, las cumbres de Guía de Isora, Adeje, Vilaflor, Granadilla de Abona, Arico, Fasnia y una pequeña parte de Güímar.

A estos espacios se suman los habilitados en el Parque Nacional del Teide para realizar batidas de gestión de control del muflón, que son el Pico Viejo-Boca Tauce y Siete Cañadas.

De las 41 jornadas autorizadas por la Corporación insular, 21 tendrán lugar entre el 2 de mayo y el 20 de junio, mientras que el resto se desarrollará en la segunda etapa. Los días delimitados por la institución tinerfeña para la caza mayor serán los lunes, miércoles y viernes, a la vez que las batidas en el espacio protegido podrán desarrollarse solo los miércoles y viernes, sin contar los festivos de carácter nacional y autonómico (en el caso del Día de Canarias, el 30 de mayo).

Esta convocatoria tiene lugar desde 1977, siete años después de que este animal fuera introducido en Tenerife, y la única especie de caza mayor de la Isla. Solo dos cuadrillas podrán actuar en cada jornada de forma simultánea en dos de los sectores delimitados por el Cabildo. Estos espacios, a su vez, no pueden ser limítrofes y los cazadores autorizados deberán tener especial precaución cuando se encuentren cerca de carreteras y otro tipo de vías y en todas aquellas zonas por las que hay tránsito de personas.

El muflón no tiene ningún depredador natural en el caso de Canarias y su caza en la Isla es vigilada por el Cabildo. El problema, según detalla la institución tinerfeña, es que esta especie daña la flora endémica del Parque Nacional del Teide y del Parque Natural de la Corona Forestal, por lo que la Corporación insular ha apostado por su erradicación a largo plazo, para lo cual se utilizan rifles.

Dentro de la regulación de la actividad de realiza la Corporación insular está el funcionamiento de las cuadrillas, que, aparte de no poder actuar de forma simultánea en zonas limítrofes, tampoco pueden actuar en distintos sectores en una misma jornada. El Cabildo, asimismo, podrá autorizar la caza mayor de forma excepcional a una cuadrilla para recuperar una jornada que haya sido suspendida o interrumpida por razones meteorológicas u otras causas de fuerza mayor que impidan su desarrollo en el sector determinado.

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