La falta de alimentos obliga a los conejos a atacar cultivos como los viñedos. Foto:CORDOBA

La emergencia cinegética por los daños que los conejos causan en los cultivos se ha ampliado recientemente de 21 a 26 municipios cordobeses, y la Dirección General de Gestión del Medio Natural ha autorizado su caza durante todo el año en los cotos para intentar reducir la población de este animal, que se multiplica por la mayor resistencia a las enfermedades y su facilidad para la reproducción.

De este modo, la alerta afecta también a las provincias de Cádiz, Jaén, Málaga y Sevilla y a pesar de que en las dos últimas temporadas de caza ya se han adoptado medidas excepcionales para reducir su densidad, el problema continúa agravándose, porque estos animales siguen sin encontrar alimento alternativo a los cultivos.

Fuentes del servicio de Gestión del Medio Natural de la Delegación de Medio Ambiente en Córdoba explican que las prácticas agrícolas intensivas y el uso de herbicidas han provocado que desaparezcan las especies de las que el conejo silvestre se alimentaba, y la escasa diversidad vegetal ha motivado que "las especies que suele haber no se las pueda comer, porque tengan sustancias tóxicas o algún tipo de sales que no le vengan bien, por lo que come lo primero que tiene a mano. En unos sitios son olivos, en otros girasoles, cereales o viñas", aclaran.

En esta línea, desde Gestión del Medio Natural avanzan que aunque la captura de este animal se permita todo el año, la reducción de su número no vendrá por la caza, sino por un cambio de hábitat que permita que las cunetas vuelvan a tener hierbas, que aparezca la vegetación en los patrones de división de las fincas y "no se abuse tanto del herbicida". La reproducción puede continuar siendo importante, si se tiene en cuenta que el animal ha adquirido resistencia a enfermedades como la neumonía hemorrágica vírica, que antes "le tenía contra las cuerdas", y también ha encontrado una buena estructura para la cría en arroyos y terraplenes de las autovías o las líneas de alta velocidad, "donde pueden excavar muy bien sus madrigueras y están protegidos, porque no se puede cazar adecuadamente por temas de seguridad", señalan.

No obstante el problema que esta situación genera para los agricultores de la provincia, desde la Delegación de Medio Ambiente apuntan que ya se están encontrando fórmulas para reducir el impacto de los conejos en los cultivos, entre las que sobresalen la agricultura ecológica. Así, la Universidad de Córdoba ha desarrollado una explotación ecológica de viña en la que el daño del conejo se reduce un 90%.

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