La incursión de un corzo en pleno centro es algo extraordinario, pero no lo es ya tanto la entrada a los espacios urbanos de otros animales salvajes. Así, es ya bastante normal encontrarse con zorros.

Si hace unos meses muchos lucenses coincidían en advertir que se veían zorros en zonas como Acea de Olga, ahora hay quien los ha visto incluso por la puerta del Carmen. En realidad, junto a esa puerta de la muralla hay grandes zonas verdes, fincas privadas que en muchos casos no están en absoluto vigiladas, de modo que pueden servir perfectamente de refugio a animales como los zorros. Su progresivo asentamiento en la ciudad tiene más que ver, sin embargo, con el hecho de que tienen un acceso muy fácil al alimento.

Más controversia crean los jabalíes, ya que habitualmente destruyen campos de cultivo en las parroquias del entorno. Hace un par de años se produjo en pleno verano una oleada de incendios en el entorno de Lugo que en algunos ámbitos se llegó a vincular con intentos de ahuyentar a esos animales. La hipótesis, sin embargo, nunca se pudo constatar.

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