Los corzos provocaron en 2014 un accidente de tráfico cada 36 horas
Enviado por Tuslances.com el 24-02-2015
En menos de tres décadas, el corzo (Capreolus capreolus) ha pasado de ser poco frecuente en Segovia a convertirse en una de las especies más avistadas en el campo, merced a su colonización, en un tiempo récord, de casi toda la superficie provincial.
Su área de distribución, que se ceñía hasta hace unos veinte años a las cumbres de la Sierra de Guadarrama, ha ido ampliándose, de forma que la especie ocupa hoy prácticamente el 100% del territorio. En esta colonización, los valles de los ríos Eresma y Voltoya han ejercido como ‘corredores naturales’ para favorecer la dispersión del herbívoro, ahora frecuente en la Campiña o la Tierra de Pinares.
Coincidiendo con el aumento poblacional del corzo se ha registrado un incremento de los accidentes de tráfico provocados por esta especie.
En Segovia, tradicionalmente, el jabalí (Sus scrofa) era la especie “culpable” de la mayoría de los accidentes de tráfico. Todavía en 2009, el número de atropellos a jabalíes en las carreteras de la provincia (46) era superior al de corzos (37). El siguiente ejercicio, 2010, el corzo pasó a ocupar el primer lugar. Desde entonces, su dominio en la estadística es claro. Ya en 2013, la Junta contabilizó un total de 226 accidentes con corzo.
En 2014, esa tendencia al alza de los accidentes con corzos ha continuado, marcando un nuevo récord. De acuerdo a los datos facilitados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente, el pasado ejercicio se produjeron al menos 239 accidentes con corzos, de acuerdo a las reclamaciones presentadas en la Junta. Esa cifra supone que, en 2014, un vehículo chocó con un corzo en las carreteras segovianas cada 36 horas, esto es, cada día y medio.
De forma inversa a los percances con corzos va el de los accidentes con jabalíes. En 2014, en el Servicio Territorial de Medio Ambiente únicamente se presentaron 42 expedientes por este motivo, cifra sensiblemente inferior a la del año anterior, en que fue de 142.
El resto de especies cinegéticas ocasionan un bajo número de sucesos. Los zorros (Vulpes vulpes) causaron once percances, y las liebres (Lepus europaeus), tres.
Los datos facilitados por la Administración Regional demuestran que la carretera segoviana más peligrosa, por el número de accidentes con animales salvajes, en la N-110, que discurre por la falda de la Sierra de Guadarrama. Los tramos de dicha vía situados entre Sotosalbos y La Salceda, por una parte, y Riaza y Ayllón, por otra, están considerados como auténticos “puntos negros” por el elevado número de colisiones que se registran entre vehículos y animales. En esa vía, en 2014 se contabilizaron, al menos 62 incidentes.
Otras carreteras donde se producen un elevado número de percances son la CL-603 (Segovia - Aranda de Duero) —un total de 27 en el año 2014—, la N-1 (Madrid - Irún) —16— y la N-603 (Segovia - San Rafael) —12—.
Con esta situación, la Administración Regional ha reiterado en los últimos años los mensajes pidiendo a los conductores que extremen las precauciones cuando vean en los arcenes de las carreteras señales de peligro advirtiendo de la posible existencia de fauna salvaje, insistiendo en la conveniencia de reducir la velocidad del coche en los tramos donde se han situado esas señales (triangulares y con el perfil de un ciervo dibujado).
FUENTE: ELADELANTADO.COM
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