Sà señores, este año es un año para el recuerdo, de esos años que vas a tener grabados toda la vida por lo excepcional.
Resulta que desde que empezó el año ha ido acumulando agua hasta hacer el 100% de su capacidad, cosa que no se veÃa desde el 2010, que se dice pronto, 10 años para volver a verlo asÃ, majestuoso en su totalidad.
A mà es el destino de pesca que más recuerdos me trae, empecé en esto del spinning hace ya 24 años en sus aguas, cuando a la tierna edad de 13 años, durante las vacaciones estivales acompañaba a mi padre algunos dÃas en su trabajo, él se dedicaba al mantenimiento de carreteras, y le tocaba por allÃ.
Es un sitio donde he disfrutado mucho, muchÃsimo, y no serÃa capaz de saber con certeza los cientos y cientos de veces que he ido allÃ, tanto a pescar, como a pasar el dÃa o a buscar nÃscalos.
Bien, que me enredo. Este año me han tocado las vacaciones este mes, da la casualidad que es uno de los mejores meses junto con octubre para la pesca del black bass, y aprovechando que mantiene un nivel de agua magnÃfico y sabiendo lo que ello significa, llevo 5 salidas de pesca en lo que va de mes, teniendo en cuenta que lo tengo a 85km de mi casa ya es bastante. Estoy aprovechando ya que cuando empiece a trabajar, entre que hay sábados que me toca hacerlo y la temporada de caza, no sé ya cuándo volveré a ir.
Primera jornada el 1 de septiembre.
Siempre voy de mañana, para mà es el mejor momento del dÃa, llego y aparco justo antes de llegar a la presa, donde está tomada la segunda foto viendo el aliviadero. La orilla es un hervidero de vida, peces por todos lados, se nota que a este nivel la orilla está plagada de vegetación sumergido y eso es precisamente un paraÃso para los depredadores, que cualquier sitio es bueno para acechar a sus presas.
Nada más llegar, a los diez minutos saco el primer bass, medianete.
Lo devuelvo al agua y continuo. Va pasando la mañana y voy pateando orilla, increÃble cómo está viendo estas imágenes.
Me llega la segunda picada del dÃa de un luciete casi en los mismos pies, pero falla y no se clava. Como suelen dar otra oportunidad lanzo al mismo sitio y efectivamente repite el ataque, esta vez sÃ, pero la confianza y el estreno de nuevo carrete me juega una mala pasada. Me he comprado un carrete para rockfishing en el mar y me decidà a probarlo ese dÃa con los basses, mal hecho, entre que siempre al estrenar carrete pasa un tiempo hasta que le coges el tacto al freno, y que éste tiene solo 5kg de freno frente a los 10kg de mi carrete oficial, no me da tiempo a apretarlo y me saca lÃnea como un cosaco, enredándose entre la maleza y perdiéndolo. Leches, qué putada. Ya volviendo al coche, en uno de los últimos lances, clavo un bass bastante apañado, le calculo cuando lo vi saltar que estarÃa rondando el 1,5kg, pero otra vez no me da tiempo a frenarlo y lo pierdo. Joder, qué mal sabor de boca para terminar la jornada.
Segundo dÃa 3 de septiembre.
Vuelvo a ir pero esta vez decido cambiar a la orilla de enfrente del aliviadero, en el margen derecho de las escaleras de la presa. Esta vez sà me llevo el carrete habitual para intentar asegurar más la pelea y que no me pase como la vez anterior.
Lo mismo, nada más llegar saco este luciete que me pica nada más echar la spinnerbait al lado de unas ramas.
Otra vez al agua y a seguir. Media hora después me pica otro más grande de unos 2kg pero me rompe el bajo en una de sus sacudidas y lo pierdo en la misma orilla, qué rabia. Consigo echarle una foto porque se queda aturdido aunque al final se va. No sé si lo podéis apreciar en la foto.
Aquà la foto de la rotura del bajo, se ve que ya estaba rozado y algo debilitado.
Rato después clavo un buen ejemplar de bass de aproximadamente 1,2kg o por ahà que sà condigo sacar.
Ya después ultimando la jornada me pica otro bass muy parecido en tamaño al sacado anteriormente pero me roza el bajo y lo pierdo, cómo se nota que el monofilamento de 0,20mm no es el adecuado para estos peces, y es que me equivoqué la tarde anterior preparando aparejos y metà la bobina del 0,20mm que uso para rockfishing en lugar de la del 0,28mm que es la que uso para estos menesteres. En fin, también tienen que ganar ellos de vez en cuando.
Tercera salida 9 de septiembre.
Vuelvo otra vez a la misma orilla que el dÃa anterior, esta vez sà voy con el bajo que toca.
Salvando el primero que es muy pequeño y no le hago ni foto, y otro similar al mediano que vais a ver que se me escapa desanzuelándose en una de sus sacudidas en la orilla, tengo un dÃa espectacular.
El más grande, que ha sido el segundo sacado, ha sido un lance espectacular, como hacÃa tiempo que no me pasaba. No acostumbro a pescar con paseantes, soy más de peces de vinilo y spinnerbaits, pues bien, siempre llevo alguno en la mochila por si se da la circunstancia. Estaba pescando con la spinnerbait cuando veo de repente un ataque en superficie, esto es fácil de ver cuando de golpe ves por la superficie saltar alevines huyendo del depredador. Pues visto esto cambio rápidamente al paseante y tiro por la zona del ataque, voy recogiéndolo como es tÃpico en estos señuelos, hacen un movimiento zigzageante por encima del agua asemejando la huida de un pez, en inglés se llama a esta técnica "walking de dog", a medio camino le dan un ataque pero no se engancha, paro dos segundos y muevo otra vez más rápido, ahà es cuando flipo, segundo ataque a saco, ha salido medio cuerpo fuera del agua para cogerlo, un poco de lucha y a la orilla.
Buen tarugo de 1,65kg.
Qué disfrute, esta vez no ha habido sorpresas y es que no hay que cederles ni medio centÃmetro, se ponen a saltar sacudiendo la cabeza y eso es lo que hay que evitar para que no se desanzuelen.
Después ha venido el mediano, he pasado a pescar con un vinilo, un Super Fluke de 5" con cabeza plomada de 10gr, lanzo y lo paso por al lado de un pino caÃdo y medio sumergido, lo llevo sobre 1m de profundidad y dando toques de puntera, picadón, otro cacharrete pa la saca. Pesó sobre 1,4kg.
Ya sobre las 11h, cuando me iba a ir, tiro unos últimos lances con la spinnerbait otra vez, en una recula que daba mitad sol mitad sombra, esto es bueno porque los depredadores aprovechan esas diferencias de luz para camuflarse, se mantienen en la zona de sombra cerca de donde da el sol, pues efectivamente, lanzo a la zona de sombra y dejo profundizar unos 2m, recojo muy lentamente y nada más recoger 4 o 5 vueltas de manivela, picada, ha salido el pequeñete para poner el colofón a la mañana.
Cuarta jornada el 16 de septiembre.
Otra vez la misma orilla, le he tomado afición.
Esta vez más floja, solo dos picadas de un bass y un luciete, pegaba mucho el sol en esa orilla y hacÃa mucho calor.
Quinta jornada el 17 de septiembre.
Esta vez no sabÃa qué hacer, si irme al pantano de Contreras, que también está muy lleno, o a la playa a ver si entra alguna anjova o palometón. Miro la previsión del tiempo y lo descarto, daban tormentas en los dos sitios y ya se sabe que con la fibra de carbono de las cañas no se juega. Miro en Benagéber y daba nublado pero sin tormentas, decido ir aunque sea por segundo dÃa consecutivo.
Menos mal que lo hice, el mejor dÃa de los cinco sin duda. Amanece nublado y gris, pero con una temperatura mucho más agradable. Decido no repetir orilla y me quedo en la del primer dÃa, esta vez en los alrededores del aliviadero, ya que ha bajado algo el nivel de agua y ya se puede andar por la orilla.
Tengo cuatro picadas y saco los cuatro. El primero pequeño, de aproximadamente medio kilo, sale volviendo a probar con el paseante, lo paso paralelo a la orilla y cuando lo tengo a 10m veo como 3 basses se acercan a él rápido, le atacan varias veces hasta que uno se lleva el pato. Lo curioso es que veo como los otros no paran de seguirlo en su lucha y veo uno que es bastante más grande, digo qué lastima que no fuera ese el que picara.
Continuo y cambio a una spinnerbait color rosado, hay mucho cangrejo, el cuál se comen y pienso que quizá por el color se asemeje y funcione.
Vaya si funciona, tiro al sitio que veo que se van los basses que seguÃan al de la primera captura y esta vez sà engancho al grande, buen cacharro y buena pelea.
Sigo y más o menos a la hora, volviendo sobre mis pasos llega el momento de la jornada, pongo mi spinnerbait favorita, que no es ni más ni menos que las que venden en el Decathlon, y lanzo a un pasillo perpendicular a la orilla que se abre entre árboles sumergidos y aliagas, recojo muy lentamente y llega la sorpresa, noto toque y clavo, ostias, este tira, creÃa que serÃa un lucio de dos o tres kilos, me saca lÃnea pero consigo aguantarlo, pelea mucho, por fin lo veo, un bass de campeonato, ufff, no puedo perderlo, lo subo a la superficie y agacho puntera para que no salte, tira para el fondo y vuelve a sacar lÃnea, pero esta vez le cuesta más porque le aprieto freno, se vence, un cacharro de casi casi los 2kg.
Yo no sé qué tiene este señuelo del Decathlon, será su forma de las palas y cómo giran, porque mirar que tengo otras muchas y no mueven el pescado que mueven éstas, es que es rsro que no tengas alguna picada con ellas, increÃbles.
Ya sobre las 11.30h acabando vuelvo a tener otra picada a la misma spinnerbait, esta vez sà que era un lucio.
DÃa para recordar, desde luego.
Si alguien ha llegado a leer entero el post, enhorabuena, se me pasa ponerlo y he querido juntar todas las jornadas en una. Espero que lo hayáis disfrutado.