Vista del cazadero 

Día 23, 10 de la mañana me llama el compañero de caza y dueño del coto donde vamos a hacer las esperas de jabalíes, con novedades de entradas a los robles. 

Todos los años, de marzo a fines de abril, solemos cazar en espera en ese lugar, pues bien, teníamos registradas las entradas de los jabalíes a los comederos, pero demasiado tarde algo inusual en este cazadero. Entraban sobre las 3:30 de la madrugada, en torno a las 6 de la mañana había también movimiento de reses, claro imposible de ir a esas horas, ya que el trabajo no nos lo permite.

Ese día, el 23, registramos una entrada a las 19:30 pm, esa si es una hora buena para ir a buscar a los jabalíes. Quedamos pues para esa noche. Al momento, quedamos Andrés y yo, salimos del trabajo y con las prisas típicas de la emoción, ponemos rumbo al campo. Son las 15:30 salimos, una hora más tarde llegamos al cazadero. Cargamos todo en la camioneta y nos dirigimos a los robles.

Al llegar , y como no puede ser de otra manera , preparamos el mate para pasar el tiempo, jajaja; Sé que algunos del foro, se reirán, por lo del mate jajaja. Pues bien,  las 19 horas dejamos de tomar mate, para dedicarnos a lo que habíamos venido.

Preparando el puesto...y el mate

El tiradero. Vista desde el puesto

Eran las 7:20 de la tarde….. de pronto, escuchamos un ruido de ramas, en la zona desde donde proviene el ruido, están cortando eucaliptus, dejando todo el ramerío fino tirado al estar seco por ser fines de verano. Nos ayudo a escuchar al jabalí buscando bellotas.

Ya entre dos luces, vemos bajo el roble la figura negra de un jabalí, inevitablemente las pulsaciones suben, la respiración cambia. El lance es inminente. Seguro que alguno ha sentido eso en una noche al ver el animal a unos 24 metros.

Le dimos tiempo, por si tenía compañía, ya encarando las escopetas. Nos encaramos las armas, una benelli 12 y una beretta 20, ambas semiautomáticas,…….  Miguel , enciende el foco, el jabalí levanta la cabeza y al mismo tiempo con Andrés disparamos. Dos tiros casi simultáneos impactaron, separados a 10 cm uno de otro en el animal, que cayó al suelo instantáneamente.

Fue una de las esperas más cortas de mi vida hasta ahora. El jabalí no era grande, pero eso no es lo más importante, si el hecho de pasar un día más de caza con amigos. 

Espero que les haya gustado.

Cumba