Mis inicios en la caza menor cuando contaba con 15 ó 16 años, fueron gracias a mi padre, que nos inyectó directamente en vena la afición por la caza y el saber disfrutar del campo a mi y mis tres hermanos.     

Entre mis recuerdos guardo con admiración el día que vi a mi padre hacer un doblete de liebres en un llano de cardos, junto a los restos de unos antiguos hornos de carbón de encina, aquel día creí estar viendo en mi padre a un superhéroe y haciendo algo que yo jamás conseguiría hacer.  Creo que este hecho fue el que marco seguramente esta pasión e ilusión que tengo por la búsqueda y la caza de la liebre.

Desde mis primeras salidas de caza, la liebre era mi prioridad de búsqueda, la pieza que me llenaba, la que me hacia latir el corazón a 1000 por hora y la que me hacia sentir el hombre mas feliz del campo si conseguía llegar al cortijo con una liebre colgada de mi canana.

El solo echo de estar en el campo y tener esa sensación de que puede haber una rabona cerca me hacia ponerme alerta y en guardia durante horas, pero el problema era que en aquella época yo no tenia ni puñetera idea de como y donde había que buscarlas y claro me arrancaban cuando menos lo esperaba, me asustaba, me precipitaba en el tiro, sin estar en guardia y eso me hacia fallarlas todas.

 Mi primera liebre.     

Llevaba cazando al menos dos o tres años y jamás había conseguido matar una liebre, y no por falta de oportunidades, pues las había tirado muchas veces pero siempre fallaba, una veces por precipitarme, otras por no ser capaz de recuperarme del susto y la mayoría por inexperiencia.

Por aquella época teníamos un perro Terry que trabajaba bien, pero como nosotros no teníamos ni idea, pues el perro hacia lo que le daba la real gana y nosotros nos limitábamos a seguirlo.

Ese día  iba yo solo buscando por los bordes de un jaral junto a una pista forestal, la verdad que aquella zona era mas perdicera que lebrera, pero había que patear cuanto mas campo mejor, para dar con las pocas piezas que hubiese, pues nuestra finca era libre y eso atraía a  muchos cazadores.

Terry iba laceando despacio, cerca de mi y entre las jaras, de pronto no se como ni de donde salio, pero cuando me di cuenta vi una liebre corriendo junto a mis pies en dirección contraria y con el perro detrás, me di la vuelta y en ese momento deje de verla tras unas jaras, me encare la escopeta, adelante el tiro imaginando su trayectoria y solté los dos tiros de la vieja paralela de mi padre, un silencio total siguió a los dos tiros, ni veo, ni oigo nada de nada, me quede como siempre, “a tomar por culo otra liebre que se me ha ido” me repetía mi mismo, en fin este es mi sino con estos bichos, pensé. Pasados un par de minutos, mientras recargaba, veo aparecer tras las jaras a Terry con una liebre cruzada en la boca, en ese momento el corazón se me dio la vuelta, grite en mitad del campo hostiaaaas una liebreeeeeeeeeeeeee, Terry me la trajo a mis pies y al cogerla en mis manos poco me falto para rematarla a besos, mi primera liebre, recuerdo ese momento como si fuese ayer, puedo asegurar que os llevaría ahora mismo al sitio exacto donde mate mi primera liebre, 30 años después. No os podéis imaginar mi ilusión al llegar al cortijo con aquella liebre, ese día era el campeón del campo.

Aprendiendo a buscar la liebre.

Fueron pasando los años y la liebre seguía y sigue siendo mi musa en la caza, por supuesto sin dejar de disfrutar cualquier tipo de caza, como podréis imaginar, pero la liebre es la que en cuanto piso el campo y me pongo a andar, la que hace que casi sin darme cuenta me ponga a analizar el terreno para intentar imaginar donde estará esa rabona encamada y durante todo el día de caza no pare de buscarla.

Como imaginareis por el campo voy cazando pero mi vista esta en el suelo, escudriñando cualquier mata, relieve o pista para dar con mi querida rabona.

Recuerdo cuando vi por primera vez una liebre en su cama, fue en la finca “La Matilla”, iba con mi hermano Nandy. Al juntarnos para saltar una alambrada, le comente, joder con la de años que llevamos cazando y jamás hemos visto una liebre en la cama, pues si la verdad que si comentamos los dos. Y casualidades de la vida y como si hubiese sido una premonición, al cabo de no mas de 100 metros, mira por donde en un barbecho con algo de pasto me veo una señora liebre en la cama mirándome a los ojos muuy fijamente, en ese momento poco mas que me da un infarto allí mismo.

Allí estaba, inmóvil, con esos pedazos de ojos fijos en mi, en ese momento solo se me ocurrió silbar a mi hermano y señalarle el suelo con los dos dedos de la manos en forma de orejas de liebre, yo estaba nervisosito perdido, mi hermano que se empieza a acercar y en ese momento la liebre que arranca como una posesa, aun sabiendo que estaba ahí me asuste con su arrancada y me precipite soltándole el primer tiro a los pocos metros, fallándolo estrepitosamente, me intente tranquilizar y apuntar por encima de las orejas, disparo pero vuelvo a fallar, ahora ya si que me pongo nervioso, pero la liebre sigue en su carrera como si fuese un misil, vuelvo a tirar y la libre se me fue a criar y lo único que me hizo fue agachar una oreja y dejar la otra tiesa en forma de un adiós Paco adiossss.

Me quede con una mala leche de narices, la primera vez que veo una liebre en la cama, me arranca casi de los pies y encima la fallo, puuuf ya me quede todo el día jodido, dándole vueltas a como pude fallar esa liebre y encima mi hermano recordándome con una risita el adiós que me hizo la liebre con un dedo hacia arriba.

     Impresionante la inmovilidad y la fijeza de esos ojos. ( Foto conseguida de Internet )

Con el tiempo mi ilusión y mi pasión por las liebres fue en aumento, sigo buscándola por el campo aunque vaya de paseo, a espárragos….., siempre que puedo busco con la ilusión de descubrir esa silueta y esos grandes  y nerviosos ojos mirándome fijamente.

Todos sabemos que todas las piezas de caza tienen sus propias querencias, y zonas donde localizarlas. ¿Quién no sabe el dicho de que la perdiz donde nace, vive y come allí muere? También sabemos todos que donde veamos pequeños escarbaderos y cagaluteros estamos en una zona mas o menos conejera, y en la mayoría de los casos solemos dar con conejos y perdices en esas zonas, muchas veces ya conocidas.

Pero la liebre en ese aspecto es algo más especial, ¿ porqué ? principalmente porque la liebre tiene como techo el cielo raso, y es de la climatología y del tipo de terreno de lo que depende mayormente a la hora de decidir donde hacer su encame, entre otros factores a tener en cuenta.

¿Qué factores influyen en la liebre a la hora de elegir donde hacer el encame?

Tenemos que tener claro que la liebre es un animal tímido, solitario y que gusta de las llanuras pero sin despreciar otros tipos de habitas donde encuentra sobretodo tranquilidad y seguridad. Pero esto no quita que te pueda sorprender una liebre entre lo más sucio de un monte, a mas de uno nos ha arrancado y tan solo nos ha dado tiempo de verle los cuarto traseros unos segundos y sin posibilidad de tirarla.

Para mi hay tres tipos de encames, uno es el que la liebre prepara y elige concienzudamente al amanecer, otro es el encame ya preparado y que usa durante unos días y por ultimo el encame después de haber sido levantada y que normalmente no hay cama hecha. En este último caso la rabona que hemos levantado, y después de una larga carrera, buscara por norma algún sitio con cierta defensa donde poder encamarse o encularse pues realmente no hace cama, de ahí que muchas veces nos arrancan liebres de sitios anormales e inverosímiles o del medio de una mancha.

Para mi, aparte del tipo de terreno y de la climatología que haga ese día de  caza, lo mas importante es la forma de buscarla.

Despacio muy despacio esta es uno de los factores que más éxitos nos dará  en su búsqueda. También hay que decir que yo cazo la liebre sin perro, y eso es un handicap para algunos pero no lo es para mi, al revés, no hay cosa que mas disfrute que analizar un terreno, ver como esta el día e irme a buscarla a esos lugares que creo pueden ser mas querenciosos, la busco despacio muy despacio, voy haciendo lazos a todo lo largo, cuando llego al final avanzo un par de metros aun lado y vuelta para atrás, prácticamente pasando casi por el mismo sitio que la vuelta anterior y por supuesto y algo importante en la búsqueda de la liebre, es hacer paradas estratégicas de 10 o 15 segundos, si la liebre esta ahí terminaras levantándola prácticamente de tus pies.

La liebre junto a su cama.

Recuerdo gratamente una liebre ( la de la foto anterior ), ese día cuando llegue al coto me encontré allí a un compañero con un amigo y un spaniel bretón nuevo, los chavales con las prisas salieron en la misma dirección que yo tenia pensado tomar, así que los deje y me fui por otra zona pero sin perderlos de vista. Hacia un día soleado pero con un viento frío y muy desagradable.

Como me quede con las ganas de ir a la zona que cogieron ellos, los estuve observando desde un alto y pude ver que iban cazando en línea recta y a paso ligero, cruzaron unos pastos soleados y protegidos del viento, que eran perfectos para que estuviese allí nuestra amiga. Cuando vi que se alejaron de la zona me fui derechito al pastizal, tenia forma triangular y empecé por un pico a lacearlo, muy despacio fui avanzando un metro o dos, con alguna parada durante unos segundos y vuelta para atrás, así durante casi media hora, hasta que casi llegando al final, junto a una alambrada, me arranco la liebre de los mismos pies en dirección al perdedero de los alambres, pero al segundo disparo cayo muerta. El animal había aguantado el paso de los dos chavales y del perro sin moverse, por eso digo que hay que buscarla despacio y pateando mucho terreno para que las obliguemos a saltar y aun así con y sin perro muchas veces nos las quedamos atrás.

Donde buscar a la liebre.

Hay que tener muy claro que con la liebre no siempre se cumplen estas querencias que voy a comentar sobre los lugares a elegir a la hora de hacer el encame. Pero si es verdad que la mayoría de las veces son costumbres querenciosas de nuestra liebre y que bien aplicados en su búsqueda nos darán como premio el localizarla, levantarla y colgarnos una rabona.

 - En los días de mucho calor, normalmente a inicios de temporada. Esta claro y porque todos los animales actúan igual, buscan lugares frescos  y/o sombreados. En los llanos donde no haya sombra cercana, hará la cama bajo el pasto y preferiblemente en algún repechito donde aproveche algo de brisa. El los barbechos y en ausencia de sombra, se encama a la sombra de grandes terrones, en ambos casos siempre al amparo de algún perdedero cercano. También en los días de calor, gusta de las sombras de los olivos y otras siembras arbóreas y que curiosamente hace varias camas aprovechando el giro de la sombra del árbol, cambiando de cama  para evitar el sol directo, en estos casos la cama suele estar separada del tronco, sin embargo durante invierno, si hace la cama pegada al tronco. Las viñas y otro terrenos parecidos son lugares claves para buscarla, por ser zonas tranquilas. También a tener en cuenta que la liebre siempre se encama de espaldas a la trayectoria del sol. En definitiva, la liebre buscara sombra, algo de brisa, tranquilidad y por supuesto un perdedero cercano.

 Liebre encamada, protegida del viento y el sol  ( Foto conseguida de Internet )

-  Mañana fría y día templado, estos días a nuestra amiga ya le vaapeteciendo el sol. Son estos días del principio de temporada, al menos aquí en Extremadura, que es un gustazo salir a cazar. Ahora ya busca el barbecho, los llanos con algo de pasto o siembra y lugares donde pueda aprovechar y calentarse al sol y los encames no están tan escondidos. Es en estos días  cuando nos arrancan las liebres de los llanos, rastrojos, barbechos, inicios de siembras y que no hay nada que nos estorbe a la hora de disparar, no quiero ni recordar la cantidad de liebres que he fallado así en mis inicios, vergüenza me da solo de pensarlo, pero de todo se aprende, y una de las cosas que aprendí fue a no bajar la guardia jamás. También es fácil encontrarlas encamadas entre sol y sombra pero siempre aprovechando el sol.

Cama en el llano, orientada de manera que aproveche el sol todo el día.

Cama entre sol y sombra. ( Foto conseguida de Internet )

-  Días fríos, desagradables y con viento, estos son los días más fáciles para mi a la hora de dar con ellas, siempre y cuando las haya claro, que muchas veces me pego horas dando vueltas y no hay manera ni de verlas.  La liebre estos días suele buscar zonas resguardadas del viento pero sin olvidarse de que las acaricie el sol, siempre que pueda lo aprovechara. Ya comente la liebre qué mate tras pasar unos compañeros en unos pastos soleados y protegidos del viento. Es ya en estos días que llevamos unos pocos fines de semana cazando y después de molestarla unas cuantas veces, cuando algunas veces nos arrancan de los sitios mas inverosímiles, cerca de los cortijos, de las ruinas, de los apriscos de ganado, de los huertos, cerca de los caminos y pistas, en definitiva allí donde intuyen estarán mas seguras y tranquilas.

Liebre encamada en una de las capas de piedras del tramo de una autopista en fase de   obra. ¿ La ves ? ( Foto conseguida de Internet )

 -  Días con heladas. La temporadaza esta mas que avanzada y ahora la liebre ya busca los bajos y los regateros. El refrán famoso que dice “en Enero la liebre en el regatero” es totalmente cierto y mas que comprobado. Buscan las zonas mas bajas para evitar el frío y el aire. Estos días de heladas las  encontraremos cerca del agua y en los bajos como he dicho antes y sobre todo en zonas donde el sol les de temprano y el máximo posible de horas del día.

En cierta ocasión me invitaron a cazar en una finca de caza mayor, pero que prácticamente nunca cazaban la menor por no gustarle a los dueños.

El caso que se vinieron conmigo dos chavales de 18 años, sobrinos de los dueños, yo al ver por donde íbamos a cazar, un pequeño arroyo con monte de jara a 15 o 20 metros ambos lados y tras haber caído una helada de narices, les dije poneros uno a cada lado del arroyo entre este y las jaras que ahí estarán las liebres, y avanzad cazando paralelo al arroyo, pues no, los dos prefirieron meterse entre las jaras, el caso que me fui yo por la orilla del arroyo, pasado ni la media hora llevaba colgadas dos liebres y otra que deje de tirar y que me arrancaron de la misma orilla del arroyo en dirección al perdedero de las jaras y que por supuesto no las deje llegar. Lo chavales al llegar al cortijo dijeron que vaya suerte tuve que las liebres solo me salieron a mi, en fin seguro que a la próxima se hacen mas caso de los consejos.

-  Días de lluvia, estos son los días que yo al menos no tengo narices de dar con ellas por mas que las busco. Según los entendidos en esta materia, estos son los días más dudosos en el comportamiento de la rabona a la hora de elegir el encame. Algo esta claro y es que no les gusta ni mojarse ni llenarse las patas de barro y el caso que me ha arrancado alguna de una pequeña isla en el medio de un enorme charco, pero no se que fue primero si la liebre ahí encamada o el charco con la lluvia. Lógicamente buscaran siempre algún tipo de protección, una junquera,  junto al tronco de los árboles, bajo el pasto…..

Una curiosidad que he leído, es que al contrario de días soleados que se encama dándole la espalda a la trayectoria del sol, los días de lluvia lo hace al contrario, se encama mirando hacia la trayectoria del sol, supongo que para secarse mejor, aunque por otra parte la liebre no se moja en la cama. Y esto seguro que todos os habréis dado cuenta en alguna ocasión o lo habréis oído y que nadie ha sabido decirme el motivo, es el porque la liebre esta seca aunque esta cayendo chuscos de agua, cuando vamos a cobrarla después de haberla matado siempre esta seca, y tras llevar horas bajo la lluvia, pero sin embargo si lleva un rato levantada huyendo y la abatimos ahí si esta mojada, supongo que por el roce de la hierba mojada,  sinceramente no se que mecanismo usara para mantenerse seca mientras esta en la cama. También es típico de los días de lluvia, el que la liebre ocupe camas antiguas si las encuentran secas, así evitan el mancharse de barro las patas.

Encames curiosos y querenciosos.

 ­- En los barbechos, la cama de la liebre cambia de orientación y situación según sea macho o hembra quien la haga. El macho hace la cama en lo alto del surco y perpendicular a la rodada, sin embargo la liebre hembra lo hace

en el surco y orientada con la rodada. La arrancada y huida de la liebre es en la misma orientación que la cama, el macho huye perpendicular y la hembra agachada por el bajo del surco y ambos buscando el perdedero.

 - En los barbechos donde la tierra cambia de color, les gusta hacer la cama en la zona intermedia de ese cambio de color.

 - En los restos de rastrojos quemados, la liebre aprovecha la similitud de los colores para camuflarse mejor.

 - En huecos que dejan los apriscos móviles de las ovejas, suelen usarlos como lugar de encame para camuflar su olor durante los primeros días.

 - En los restos antiguos de carboneras una vez ha crecido el pasto.

 - En los días de heladas, en esos terrenos humeantes del frío.

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Bueno pues esto es, a groso modo y tras muchos años de caza, con innumerables fallos, desengaños y kilómetros de campo pateados buscando la liebre, lo que he conseguido aprender de las costumbres y querencias de este tímido y solitario animal, en ocasiones predecible y en ocasiones tan difícil como imposible de dar con ella.

A MIS COMPAÑEROS DE CAZA, LOS HERMANOS FERNANDEZ.

                                                       F I N