Bueno amigos, empezó mi temporada de caza mayor este año.

Fui a una Montería que daba un amigo y allí estuvimos como no podía ser de otra manera. ¡Llevaba muchos años sin montear!, Por aquello que y sabéis, la Montería comercial dejó de gustarme, por motivos que no vienen al caso. En este caso, al no serlo, no dude ni un segundo, cuando me llama mi hermano y me preguntó, ¿Vienes?.... "¡Sin duda!".

Salimos de Málaga a las 6:00 am rumbo a Córdoba, estábamos citados a las 8:00 am para desayunar y sortear. Tras los besos y abrazos y con un maravilloso desayuno y compañía, se sortea. El 5 del cierre de La Casa es nuestro puesto. Ya con nervios y ese cosquilleo, que hacía tiempo que no experimentaba salimos al campo. Es un puesto cerrado, pero bonito y con espacio para tirar.

Tiraderos

A las 11:30 oímos el lío de perros, han soltado las rehalas tras nuestro puesto y se escuchan las primeras ladras y carreras. El corazón en la boca, se empieza a romper el monte, con una ladra que cada vez se acerca más a nuestro puesto, a la izquierda de nuestro puesto, de repente entre los árboles una sombra a toda pastilla monte abajo y va a saltar el veredón y la malla ganadera que tenemos a la izquierda.... ¡un varetooo!.

Carreras y ladras se suceden durante la primera hora de montería, detrás nuestro escuchamos a los perreros;" el guarroooo ahí va el guarrooo". ¡Otra vez con el corazón en la boca!, pero nada el guarro le ha dado esquinazo a los perros, porque no se oyen tiros.

Se alejan los perros y hace el silencio en la sierra, algunos tiros lejanos empiezan a oirse, pero debido a lo quebrada y grande que es la finca, gran parte de la montería estamos en silencio.

De repente, un perro rezagado de la rehala hace aparición en escena, trasteando, por el puesto, empiezo a mosquearme, pienso que como entre una res zorreada, el perro puede asustarla. A esto que veo unas reses zorreándose en la distancia, muy tapadas y solo aprecio a ver unas patas, que parece ser de pepas, el perro que sigue ahí, empieza a andar hacia arriba en dirección de las reses. No oigo nada anómalo, con lo cual o se han ido o se han achantado al ver al perro, el cual tras dar un rato morcilla desaparece de la escena.

El música dando morcilla

Silencio y tranquilidad, salpicada por algunas rachas de viento, que de vez en cuando nos confunden, haciéndonos creer que algo se ha movido en el monte, mantieniéndonos alerta toda la montería.

Oteando el cerrete que tengo delante, miro a unas piedras en lo alto del cerro.... pienso... ¡eso parece una pepa! asomada solo la cabeza, el resto del cuerpo se lo tapaban las piedras y se confundía la cabeza con las jaras, para cerciorarme, me encaro el rifle, le meto todos los aumentos, ya que suelo tirar con 1.5 y efectivamente había una pepa mirándome fijamente. Aviso a mi hermano, para que esté atento. De repente entra unos árboles veo lo que parece una cuerna de venado dirección a mi tiradero, el cuerpo no lo veo, por estar tapado entre las jaras. Se asoma a mi tiradero, calculo que estaría a unos 30 metros (Según Google Map 38 m). Me encaro el rifle, un browning rectilineo con visor Tasco y bala RWS Classic de 177gr, me cercioro que es venado (ya que hay varetos que suelen tener la cuerna igual de larga), miro la cuerna y y en cuestión de décimas de segundo calculo donde esta el pecho del venado, ¡disparo! cayendo en el acto el ciervo, con un certero disparo en el pecho.

Mi hermano como fotógrafo no tiene precio

Junta de Carnes

La verdad que el disparo no presentaba dificultad alguna y el trofeo, de echo es el mas pequeño que tengo, pero me hizo ilusión, ya que mi último venado abatido fue en la montería de Las Carboneras el 12/10/1998, ha llovido tela y mira que llueve poco 19 años han pasado.... joder como pasa el tiempo. Así que ilusión porque ha roto una larguísima sequía de venados en mi haber.

Tras la montería nos vamos a ver unas panorámicas de la finca y el entorno, que es ¡¡¡IMPONENTE!!!. Unos privilegiados de poder haber cazado en tan maravilloso entorno.