Hace ya muchos, muchos años, casi medio siglo, cazabamos la pandilla por la zona de Palma del Rio la tórtola y la paloma en pleno mes de Agosto con unos calores "pa" reventar.Se pasaban los cuarenta grados a la sombra como si tal cosa.
Con esa edad los calores, como que no, solo las ganas de pegar tiros nos llevaban al Guadalquivir y en una de sus riberas teniamos hechos puestos para que cazara un regimiento.
Por aquella época las tórtola era un "pajarito" al que casi nadie tiraba ya que por su pequeñez "no pagaba" el tiro.
La torcaz tampoco estaba muy extendida su caza.
Nosotros si la aprobechabamos todo lo que se podía.Estabamos siempre mas "tiesos que la varilla de un cohete" y nos las teniamos que arreglar para poder tener munición , nuestros padres, como se dice ahora, " pasaban del tema".
Nos reuniamos en el mes de Febrero una vez que se habia terminado OFICIALMENTE la veda para recargar cartuchos.
Ahora todo el mundo opina de cartuchería y todos son unos auténticos expertos en ello y tambien en balística.
Eso me hace ver como ha evolucionado todo.
Buscabamos cartuchos por todas partes.
Si habia tiradas de plato o de pichón siempre habia alguno de nosotros ayudando en la tirada y como pago del trabajo solo pediamos que se nos dieran los cartuchos vacios.
De los del tiro al plato no teniamos problemas para recargarlos mixtos.Practicamente todos eran de "aparato abierto" y esos si los recargabamos pero los del pichón, los de aparato cerrado esos eran imposible su recarga.
La pólvora siempre era de fábrica y habia que tener mucho cuidado con las medidas a aplicar.
Recuerdo a Santi, por su cuenta se recargó medio centenar de cartuchos y como estaba pendiente de una tirada de patos les puso casi el doble de pólvora, el resultado fué que la escopeta casi le explota en las manos.
Los plomos aunque intentamos hacerlos por nuestra cuenta, fué tan "chunga" su fabricación que paso a mejor vida.
Eramos una especie de cadena.
Primero sacar mixtos, luego la operación que para mí era la mas importante "el recalibrado".
Al ser los cartuchos en esa epóca de cartón, no se conocia el plástico, al estallar, el cartón, logicamnete se dilataba; metiamos el cartucho en una especie de máquina que lo iba empujando muy despacio por un tubo que lo comprimia hasta dejarlo como si fuera de fábrica.
Esta operación, personalmente, la llevaba yo siempre.
Luego se le colocaba el mixto, a continuación la pólvora y muy importante el taco debia de ser "atacado" ( prensado ) de forma que el fuego no entrara donde estarian los perdigones.A continuación unas tapillas de cartón que para ahorrar costos las habiamos hecho nosotros mismos y por último se depositaban los pérdigones que casi por no decir siempre eran al 50 % de 6ª y 7ª. y para terminar el "rebordeado".( cerrar la boca del cartucho con una tapilla )
Eran noches maravillosas de anécdotas y relatos de caza y claro recargar para una pandilla de " dedos rápidos " era cosa de ver.
Años que pasamos de los diez mil cartuchos.
En unas canastas de mimbre los ibamos hechando una vez listos se guardaban en una habitación especial para todos estos "archiperres".
Mi padre tenía la llave y era él quien repartía con "justo juicio" ya que si no aquello habria sido el "disloque".
Las escopetas paralelas, por supuesto, algunas superpuestas en casos rarísimos y las "semi-automáticas" ni conocerlas.
Pero caza, caza, caza, esos fueron tiempos que NUNCA JAMAS volverán.
Tambien estaban permitidas las tiradas en los "aguaderos" y en los "comederos", practica que aunque la llevé a cabo nunca fué de mi agrado y dejé de hacerla.
Como ya comenté al principio ha pasado mas de medio siglo y todavía estoy viendo aquellas tiradas donde literalmente te "quemabas" la cara.
Tal vez en otro momento y si no os molesta os contaré alguna de aquellas "batallitas".
De momento con haberos explicado eso de la "cartuchería" ya es bastante por el momento.
