Los cazadores de Guadalajara asistirán a la manifestación del 5 de junio en Madrid.

La Asociación de Titulares de Cotos de Caza de Guadalajara (ATICA) ha llamado a sus más de 11.000 socios a asistir a la manifestación que se va a llevar a cabo el próximo sábado, 5 de junio, en Madrid en contra de la intención del Gobierno "de acabar con todas las especies no autóctonas tanto en el sector cinegético como piscícola".

La protesta, que ha sido promovida por la iniciativa popular y convocada por la Plataforma en Defensa de la Pesca, partirá a las 12:00 horas de la plaza de Colón y a ella está previsto que acudan autobuses desde todos los puntos de España, incluida Guadalajara, donde ATICA pondrá autobuses gratuitos para que todos los que lo deseen puedan asistir a la concentración. Dichos autobuses saldrán desde la plaza de los Caídos en el caso de la capital aunque también habrá desde otros pueblos de la provincia como Trillo o Cifuentes.

La Asociación ha habilitado un número de teléfono para que todos los que estén interesados puedan apuntarse para ir gratis a Madrid mediante una llamada o simplemente enviando un mensaje de texto hasta el 31 de mayo próximo al número 650 689 566.

El objetivo de esta manifestación es presionar al Gobierno para que cambie la Ley 42/2007 de 13 de diciembre del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, concretamente su artículo 64, así como el Real Decreto 630/2013 que desarrolla dicha Ley, en los cuales "se establece la intención de exterminar todas las especies no autóctonas de nuestros montes y nuestros ríos lo que, en opinión de los sectores cinegético y piscícola, supondría un grave perjuicio para nuestro medio natural ya que son especies que llevan cientos de años implantadas en nuestra fauna y no suponen ningún peligro para el resto de especies animales, considerándose autóctonas a juicio de muchos cientos de españoles".

Entre los colectivos relacionados con la caza y la pesca de nuestro país, y en particular en Guadalajara, existe una gran preocupación por los constantes ataques que sufren a su actividad y por las prohibiciones que se les imponen y que, "además de carecer de rigor científico, generan un grave perjuicio a la economía de España y concretamente a la de muchos pueblos de nuestra Provincia, así como a la actividad tanto cinegética como piscícola".

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