La Fiscalía de Medio Ambiente ha presentado una denuncia contra la Federación de Caza de Gipuzkoa al considerar que existen indicios de delito por contaminación grave en el uso del campo de tiro de Oiartzun, informó ayer Eguzki, que manifestó su satisfacción por la decisión del Ministerio Público. La organización ecologista explica que, tras las diligencias de investigación llevadas a cabo, la Fiscalía interpuso la denuncia el pasado 1 de diciembre.

Eguzki señala que durante décadas se han vertido “toneladas de plomo” en este campo de tiro “ilegal”, situado en el barrio de Arkale-Gurutze, “con posibles afecciones para la salud pública, y en suelos, vegetación, ganado, cauces fluviales y captaciones de agua para consumo”. Señala que las “importantes afecciones ambientales y sociales” de este tipo de instalaciones llevaron al cierre en su día de los campos de tiro al aire libre en Olaberria, Donostia y Orereta.

Dice que, en 2014, el Ayuntamiento de Oiartzun decidió no denunciar, sin embargo, la situación del campo de Arkale, y recalca que el “carácter de impunidad global es el que define a las organizaciones cinegéticas que operan en el medio natural de Gipuzkoa y Euskal Herria, amparadas desde la Administración Pública por partidos conservadores como el PNV”. “En el caso de Oiartzun, el carácter clandestino e ilegal del campo de tiro de Arkale, refuerza la denuncia de impunidad del sector de la caza”, destaca. No obstante, añade que, “analizando el grado de aplicación actual de la legislación ambiental”, no cree que sea “fácil ir mucho más allá de la denuncia judicial”.

“Pero el mero hecho de que la Fiscalía de Gipuzkoa haya hecho suya la denuncia ya señala a los culpables de contaminar impunemente”, afirma.

Eguzki reclama la inclusión de estos terrenos en el inventario de suelos contaminados de la Comunidad Autónoma, su “inmediata descontaminación” por parte de la federación de caza, así como el “cierre definitivo” del campo de tiro.

FUENTE: EFE