Los pastores de los 12 distritos del Parque Nacional de los Picos de Europa en Asturias lo tienen claro, «el futuro del espacio protegido es muy complicado». Es la conclusión que sacan tras la última reunión del Consejo de Pastores celebrada este pasado jueves en Cangas de Onís, durante la que corroboraron que su relación con la dirección del parque es muy compleja. «Es cada vez más palpable la mala convivencia que hay entre nosotros y el parque nacional. No somos capaces de llegar a ningún acuerdo», afirma José Antonio García Álvarez, regidor de pastos de la Montaña de Covadonga.

La gente que trabaja y vive del campo y explota los terrenos que se encuentran dentro del área protegida denuncia que «cada vez hay menos obras y menos presupuesto». «No nos hacen abrevaderos, no mejoran accesos, no mantienen las pistas ganaderas. No sé hasta dónde vamos a llegar a este ritmo», se plantea García Álvarez. Ante la presencia del alcalde de Cangas, José Manuel González, y el codirector en la vertiente asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa, Rodrigo Suárez Robledano, los pastores «planteamos las peticiones de los diferentes distritos», pero sienten que son cuestiones que se quedan en el aire. Y es que, bajo su punto de vista, «nadie está poniendo sobre la mesa cuestiones como la pérdida de terrenos, tomados por la maleza, o el daño que continúa haciendo el lobo sobre la cabaña ganadera de la zona».

El regidor expone que «ni se hacen mejoras ni se mantiene lo que ya tenemos», una situación que prevé «no va a poder mantenerse mucho tiempo». «Dentro del parque, los que vivimos del medio natural estamos cada vez peor». Denuncia el sector ganadero que a simple vista «parece que lo único que vive y para el único que es bueno este entorno protegido es para el turismo».

Lamenta García Álvarez, en boca de todo el sector, que de las ayudas al área de influencia que están próximas a concederse en Asturias «no vamos a ver ni un duro» o, lo que es lo mismo, «tememos que no se van a invertir en mejorar el espacio que nosotros explotamos». «Este es un Parque Nacional sin fondos que, llegados a este punto, dudo que sea un aspecto positivo ni siquiera para los ayuntamientos». Incluso señalan los pastores que se trata de un espacio natural «en cuya gestión no están de acuerdo ni los colectivos ecologistas vinculados».

Con el tema del lobo los ánimos se caldean aún más. «Ahora las cosas van a mejorar, no habrá daños porque estamos prácticamente cerrando la campaña y bajando todo el ganado del puerto, pero el año que viene será igual o peor», augura el representante. Y es que, a su modo de ver, «estarán atacando los que estaban hasta ahora más los que nazcan hasta entonces». «Se eliminan uno o dos ejemplares de lobo y, con eso, no hacemos nada», advierte.

6 concejos y 3 autonomías

Los ánimos están calmados ante el fin de la campaña en el puerto, pues los daños cuando el ganado está en las cuadras son menores, aunque no inexistentes. La idea es realizar una nueva reunión en este mes de noviembre del Consejo, para plantear medidas y peticiones más concretas, con el fin de tratar de conseguir unas mejoras que llevan tiempo esperando.

Aunque el regidor de pastos no quiso entrar en el tema, en relación a los ataques del lobo han sido varias las ocasiones en las que el sector ganadero ha advertido de que no dudará en retomar la vía de las protestas públicas. «En este parque confluyen seis concejos y, además, tres autonomías y eso, en aspectos prácticos, nos perjudica a todos», analiza.

FUENTE: EL COMERCIO