El lobo que hace varios días resultó herido por un jabalí en Guitiriz -en la parte más occidental del municipio, muy cerca ya del límite con el Ayuntamiento de Aranga- sufrió lesiones aparentemente graves, pero acabó volviendo a la zona de monte en la que su presencia es habitual. Aunque presentaba heridas en varias zonas del cuerpo -entre ellas, cerca de la garganta y del estómago-, logró salir del lugar donde estaba tras la pelea. Fue visto por cazadores que participaban en una batida, pero acabó marchándose.

La noticia de que un jabalí luche con un lobo hasta causarle importantes daños puede resultar sorprendente para algunos, aunque no causa extrañeza entre aficionados a la caza. De hecho, en el mismo ayuntamiento de Guitiriz, en semanas pasadas, se vieron pisadas de lobos muy cerca de otras de jabalí, como si aquellos se moviesen persiguiendo a estos; en la zona sin embargo, no aparecieron restos que indicasen que se había producido una pelea

Algún cazador con el que contactó este periódico manifestó que lo singular de la lucha entre un lobo y un jabalí ocurrida en Guitiriz es que trascendió porque algunos se encontraron con uno de los animales en una zona que por sus características, cerca de un cortafuegos, tiene poca vegetación.

Por otro lado, que esos combates se producen de vez en cuando es algo sabido, ya que no resulta raro, según explica algún cazador, que en un lobo aparezcan pelos u otros restos de jabalí. Aunque se desconocen las heridas concretas sufridas por el jabalí en este caso, sí parece darse por seguro que un solo lobo difícilmente puede salir airoso de una pelea con un jabalí, que seguramente no atacó primero sino que respondió a una agresión y cuya ferocidad aumenta cuando se ve herido.

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