La Guardia Civil trata de identificar a los responsables de un cebadero, acondicionado en un terreno cinegético de la provincia de Zamora, que adquirieron el cadáver de un burro en Galicia para así tratar de asegurar la presencia del lobo y abatirlo.

La investigación se inició tras la emisión de un documento presuntamente falsificado de la muerte del asno, por el que ha sido imputado y puesto a disposición judicial el vecino de Vigo (Pontevedra) cuyas iniciales son B. C. G.

Fuentes de Medio Ambiente de Zamora consideran que el animal pudo ser instalado en el cebadero de un coto particular o municipal pero gestionado por arrendatarios. Aseguran que tiene que ser un acotado ajeno a la Reserva de Caza de la Sierra de La Culebra, donde el uso burros viejos o desechados es una práctica estilada, y precisan que en este espacio protegido este tipo de intervenciones se efectúan con el pertinente libro de registro y dejando constancia de la baja en el libro del titular del ejemplar.

Según publicó la "Voz de Galicia", el imputado, que pretendía deshacerse del animal, "parece ser falsificó el certificado para acreditar que el burro había sido sacrificado en un matadero de la ciudad olívica", pero el caso es que el animal fue posteriormente localizado en un cebadero de la provincia de Zamora.

Autorización muladares

Fuentes de Medio Ambiente destacan que el cebo es la manera más exitosa de conseguir dar muerte al cánido por las dificultades que conlleva poner en el punto de mira al predador.

La Junta de Castilla y León aprobó en mayo del pasado año la implantación de muladares donde depositar subproductos animales no destinados al consumo humano para alimentación de especies necrófogas de interés comunitario, y también para el lobo, pero su autorización está sometida a unos rigurosos controles y debe estar vallado perimetralmente para impedir el acceso de carnívoros terrestres oportunistas.

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