La Sociedad Deportiva de Cazadores de Jaca consiguió reducir el año pasado un 60% los siniestros de tráfico producidos por animales salvajes que salían del coto e irrumpían de manera sorpresiva en la carretera N-240. Y ello se debió, entre otros motivos, a las medidas disuasorias que tomó la propia sociedad para mantener alejadas a las especies cinegéticas de la circulación.

Además del uso de barreras de olor, que llevan una sustancia repelente y reflejan la luz, y de distribuir comida en zonas de carencia de jabalís para que puedan alimentarse ahí y no tengan que desplazarse, se les ocurrió colocar cerca de la carretera unos curiosos maniquís vestidos con chalecos reflectantes a modo de 'espantajabalís' en unos de los «puntos negros» donde más accidentes se producían, explica Luis Campo, secretario de la Sociedad Deportiva de Cazadores de Jaca.

Con todo, el secretario de la Sociedad Deportiva de Cazadores de Jaca considera que hay que incidir en la adopción de medidas disuasorias «y la más eficaz es el establecimiento de barreras», subraya. «Lo bueno sería que nos autorizaran a poder poner vallas con pastor eléctrico u otros medios en los puntos más peligrosos y más frecuentes de paso de animales, pero ahora no están permitidos», lamenta.

Y es que afirma que pese al éxito de las medidas que han puesto en funcionamiento en este coto de caza, no son del todo efectivas «porque los animales acaban acostumbrándose a los olores o a otros elementos utilizados». En este sentido, Luis Campo considera que la administración «debe implicarse más, porque al final no deja de ser un problema de seguridad vial». También piden la creación de pasos subterráneos.

FUENTE: HERALDO DE SORIA