La nueva ley de caza de Galicia está en vigor desde ayer. Su puesta en práctica supondrá, entre otras medidas, la obligatoriedad del uso de prendas de colores llamativos en monterías, batidas y zapeos de zorro. Esta exigencia figura en el artículo 63, relativo a la seguridad en las cacerías. Infringirla supone incurrir en una de las faltas catalogadas como «graves», para las que se establece una sanción mínima de 600 euros. Los aficionados que salgan al monte el próximo fin de semana -la temporada de caza mayor se prolongará hasta el 9 de febrero- deberán someterse a la nueva reglamentación.

«Nas batidas, montarías e zapeos de raposo todas as persoas participantes deberán levar obrigatoriamente pezas de roupa de alta visibilidade que permitan ou favorezan a mellor visualización do cazador», señala la nueva ley en lo relativo a seguridad en las cacerías. Todo lo que contravenga este artículo se considera «falta grave», un tipo de infracción para el que se establecen multas de entre 600 y 6.000 euros.

Algunos se adelantaron

«É unha das mellores cousas que ten a nova lei. Son dos cazadores que xa usaban o chaleco reflectinte antes de que fose obrigatorio. É unha cuestión de sensatez», comenta el presidente de un coto del sur lucense. La utilización de este tipo de prendas tenía hasta ahora carácter minoritario. Aunque los accidentes registrados en los últimos años animaron a algunos aficionados a anticiparse a la ley, la presencia de vestimentas de colores llamativos era casi testimonial en las batidas de caza mayor.

Las reticencias de los cazadores hacia las prendas de colores vivos, que disipa la nueva ley al fijar la obligatoriedad de su uso, se deben al afán de pasar desapercibidos en el monte. Las prendas de camuflaje, sin embargo, también pueden propiciar que el que las porta no sea visto por los compañeros de batida, con el consiguiente riesgo de accidente.

Frente a esa disyuntiva, la ley se marca desde los primeros párrafos como objetivo preferente que la actividad cinegética se desarrolle «en condicións de máxima seguridade».

Pese a que, al menos en el caso de los jabalíes, el sentido del olfato tiene más importancia que el de la vista, los cazadores que portaban chalecos rojos o amarillos en las batidas no siempre eran bien vistos por algunos compañeros, temerosos de que tanto colorido espantase a las presas. Desde ayer, ya no hay elección. «Moitos non o farán de moi boa gana, pero ao irlles ao peto non queda outra», dice un cazador.

El tecor Val de Lemos solicitó a la Federación Gallega de Caza la celebración de un acto en el Monforte para informar a representantes de las sociedades cinegéticas del sur lucense de la repercusión de la ley que ahora entra en vigor.

FUENTE: LA VOZ DE GALICIA