El responsable de la gestión del coto privado Vedado del Castillo en Alfajarín ha sido imputado como presunto autor de un delito contra la fauna por uso de cebos envenenados.

Los hechos tuvieron lugar en abril del 2012 cuando los agentes de Protección de la Naturaleza y el Seprona hallaron dos individuos de especies amenazadas: un aguilucho lagunero y un milano real, catalogado en peligro de extinción.

En el análisis toxicológico posterior de los contenidos de envases hallados en los cobertizos del coto y en los cadáveres, se encontraron aldicarb y carbofurano, dos sustancias tóxicas cuyo uso se encuentra totalmente prohibido, que también se hallaron, en altas concentraciones, en las aves envenenadas. Como resultado de las investigaciones el responsable de la gestión del coto ha sido imputado como autor de un delito contra fauna.

El Gobierno de Aragón ha suspendido la actividad del coto, lo que podrá contribuir a la recuperación de las especies afectadas por los envenenamientos.

A pesar de ser ilegal y no efectivo, el veneno se sigue utilizando para eliminar depredadores, así como para el control de plagas agrícolas. La colocación de cebos envenenados es una práctica arraigada.

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