Agentes del Seprona han detenido a un vecino de Langreo de 67 años como presunto autor de un delito relativo a la flora y la fauna, según informó ayer la Guardia Civil. El hombre fue sorprendido cuando colocaba un lazo para cazar de forma furtiva en el coto de Langreo, que gestiona la Sociedad Deportiva Unicaza. No se trata de un hecho aislado. Desde que se constituyó el coto regional de caza de Langreo, en abril de 2009, los guardas de la reserva cinegética han retirado casi un centenar de trampas similares. Esta práctica -castigada con fuertes sanciones que pueden llegar a penas de prisión en los casos más graves- supone un riesgo para todo tipo de especies, incluso aquellas que están protegidas, ya que en los lazos pueden caer, indistintamente, animales domésticos, piezas cinegéticas o especies en peligro de extinción.

El coto regional de caza de Langreo incluye toda la superficie del concejo a excepción de las 800 hectáreas que ocupan los seis distritos urbanos del municipio. De esta forma, la reserva cuenta con una superficie total de 7.440,6 hectáreas. Tras la constitución del espacio cinegético, Langreo dejó de ser el único municipio de Asturias en el que se seguía cazando de forma libre. El Principado adjudicó la gestión del coto a la Sociedad Deportiva Unicaza, la única que optaba al concurso abierto por la Consejería de Medio Ambiente.

Los guardas del propio coto se encargan de detectar y retirar los lazos de acero que se encuentran en el espacio cinegético. Días atrás localizaron una trampa que desactivaron. Sin embargo, volvieron, poco tiempo después, a encontrarse con otro lazo en el mismo lugar. Tras informar del caso al Seprona, los guardas del coto se apostaron en las inmediaciones de la zona donde fue localizada la trampa y acabaron localizando e identificado al presunto autor de su colocación.

En ese momento intervinieron los agentes del Seprona, que tardaron varios días en dar con el hombre., al que detuvieron el pasado día 22 de agosto, a las 9.15 de la mañana, por un delito relativo a la fauna y la flora.

A lo largo de los últimos tres años, desde 2009, los gestores del coto de Langreo han procedido a la retirada de casi un centenar de lazos localizados en los límites de la reserva cinegética. Decenas de ellos fueron detectados en los primeros meses de funcionamiento del coto, aunque se trata de una práctica que se ha ido manteniendo a lo largo de los últimos años, aunque de forma más esporádica.

Unos de los episodios más lamentables derivados del uso de estas trampas se produjo a principios de esta misma semana, después de que un oso pardo macho adulto de unos 70 kilos muriera tras resultar atrapado en una trampa de acero cerca de Porley, en el municipio de Cangas del Narcea. Los técnicos encontraron al animal muy debilitado, tanto por el tiempo que permaneció atrapado en la trampa, como por las heridas que el lazo le provocó, y falleció poco después.

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