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Repoblaciones en los cotos

Repoblaciones en los cotos

Enviado por Tuslances.com el 19-04-2012

El objetivo del presente artículo es informar al cazador navarro sobre los trabajos y acuerdos alcanzados por el colectivo que configura la “Mesa de la Perdiz” a favor de la perdiz, el conejo y la liebre.
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“LA MESA DE LA PERDIZ” DICE SI A LAS REPOBLACIONES EN LOS COTOS DE CAZA DE NAVARRA CON PERDIZ Y OTRAS ESPECIES CINEGÉTICAS

El objetivo del presente artículo es informar al cazador navarro sobre los trabajos y acuerdos alcanzados por el colectivo que configura la “Mesa de la Perdiz” a favor de la perdiz, el conejo y la liebre.

La Mesa de la Perdiz se formó, hace aproximadamente un año, en una Asamblea de la Federación Navarra de Caza ante el hecho alarmante de la disminución progresiva año tras año de la Perdiz en los cotos de Caza de nuestra Comunidad Foral, quedando configurado dicho grupo de trabajo por los Presidentes de las Sociedades de Cazadores de: Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Fitero, Mues, Puente la Reina, Ribaforada y Tudela.

Los trabajos, puestas en común y las observaciones llevadas a cabo en nuestros cotos de caza nos demuestran que los días de la Perdiz en Navarra están contados, por mucho que se esfuerce alguna voz en gritar lo contrario a los cuatro vientos. Volver a tener las poblaciones de perdices que tuvimos en otros tiempos es pura utopía, por muchas más mejoras que efectuemos con el hábitat o muchos más sacrificios que realicemos los cazadores tras los 20 años que llevamos en ello. Nuestra perdiz va a menos, y ello es debido a que son mucho más incisivos los factores que la perjudican que aquellos que tienden a beneficiarla.

Sobre los múltiples factores que perjudican el desarrollo normal de la Perdiz los podemos clasificar en tres grupos. El primero estaría compuesto por todos aquellos que provienen como consecuencia del progreso: Aumento del parque de vehículos, más y mejores vías de comunicación, polígonos industriales, parques eólicos, concentraciones parcelarias, agricultura moderna mecanizada, tratamientos a cultivos y suelos, etc. Sobre este apartado algo se podría mejorar con el fin de beneficiar a la especie que tratamos. Por todos es sabido como actualmente la Real Federación Española de Caza se encuentra inmersa en el análisis de los componentes añadidos a algunos semillas o tratamientos que son perjudiciales, tal y como sucede, entre otros, con el Imidacloprid por su alta toxicidad; así mismo, al igual que existe en otros países, las cosechadoras y empacadoras podrían portar elementos ahuyentadores que facilitaran el espantarse los animales al desarrollar la labor agrícola enunciada, evitando con ello que las especies cinegéticas perecieran tan fácilmente abatidas por las máquinas. En el segundo grupo de factor de riesgo podemos ubicar “La Climatología Cambiante”, ante lo cual nada podemos hacer contra aquellas heladas de primavera o aquellas otras tormentas torrenciales de primavera o verano. Y en el tercer grupo tenemos “los depredadores”, tanto el zorro y otros terrestres, como las aves rapaces. Muchos de nuestros cotos de caza se hayan muy por encima del umbral sostenible de depredadores que pueden soportar, fundamentalmente de aves rapaces, lo cual está demandando urgentemente una norma que regule de modo concreto este tema.  Esto no nos debe llevar a pensar que no deseamos la presencia de estos animales en nuestros cotos de Caza, todo lo contrario, pero en un equilibrio armónico con el resto de las especies.

Existen otros factores que benefician el desarrollo de la perdiz, siendo esencialmente las Sociedades de Cazadores las responsables de ponerlas en práctica, tal como: cambio de la mentalidad del cazador había la Naturaleza, disminución de los días y las hora de caza, disminución de los cupos que establece la Administración, mayor vigilancia mediante los propios guardas de caza, reestructuración de las “reservas de caza” para una mayor protección y mejor desarrollo de la especie, y fundamentalmente una constante mejora del hábitat en todos aquellos aspectos que nos es posible actuar.

Pues bien, todas estas actuaciones positivas encaminadas hacia el desarrollo de nuestra perdiz, las cuales requieren de un gran esfuerzo y sacrificio; así como de una constante inversión económica por nuestra parte, no dan los resultados deseados por cualquier coto de caza de Navarra, comparadas con las de hace 25 años, son un mero espejismo. Llegando a la triste realidad de que la inmensa mayoría de nuestros cotos de caza, por no decir todos, están muy por debajo del umbral de progenitores necesarios para intentar no el fortalecer la perdiz, si no simplemente consolidarla.

Todas estas medidas tan potenciadas por la Sección de Caza del Gobierno de Navarra y las Sociedades de Cazadores distan mucho de remediar el mal existente por la precariedad con la que convive hoy nuestra perdiz. Es por ello, por lo que se hace imprescindible el buscar y poner en práctica otras alternativas que complementen a todas esas pautas de apoyo citadas anteriormente, viendo como medida más práctica el repoblar nuestros cotos de caza con perdices, tal y como se hace en toda España.

Hablamos de repoblar, no de soltarlas hoy para cazarlas mañana, y repoblar con una perdiz cuyo fenotipo y genotipo sea semejante a la nuestra, es decir, semejante en genética y sanitariamente sanas para que críe en nuestros campos, se haga o se termine de hacer, incluso aplicando los medios y procesos que han demostrado que son viables por su eficacia, de modo que cuando se vayan a cazar san unas perdices que se valgan por sí mismas y conocedoras del hábitat en que viven, potenciando de este modo su supervivencia. Entendemos que haya gente que persista en el discurso caduco y obsoleto, exhibiéndolo siempre por bandera, de que las perdices de granja contagian enfermedades, presentas hibridación, etc… Quizás en otro tiempo ya muy lejano tuvieron algo de razón, hoy afortunadamente no. Existen en España diversos centros para análisis de genética y granjas que nos pueden acreditar la genética de sus perdices, como también podremos apreciar que según el modelo de cría y alimentación unas serán más esquivas que otras y se adaptarán con mayor rapidez al medio. El gran mal que poseen las perdices de granja no está en ellas mismas, si no en los depredadores.

Por supuesto que todos preferimos una perdiz salvaje; pero si carecemos de ella la tendremos que potenciar en nuestros cotos a partir de las de granja. El ser humano, por suerte o por desgracia, tiende a olvidar pronto aquello que no quiere reconocer. Hace unas tres décadas, los cazadores navarros ya entrados en edad debemos recordar como el propio Gobierno de Navarra repobló con perdices, entre otras especies, nuestros cotos de caza en repetidas ocasiones, logrando con ello un repunte positivo de la perdiz en nuestra Comunidad Foral. Aquellas perdices eran de granja, concretamente de la granja del Gobierno de Navarra. ¿Acaso aquellas perdices desconfiguraron la genética de las ya existentes en nuestro cotos de caza o les produjeron contagios?. Por los resultados apreciamos que no, más bien todo lo contrario, lograron el aumentar y potenciar nuestra perdiz.

Nos encontramos en un momento crítico para la supervivencia de nuestra perdiz. Es imprescindible e inevitable el apoyar a las pocas perdices que nos quedan en el campo con una perdiz sana y de calidad, si lo que deseamos es llegar a tener el potencial que antaño tuvimos. Son tiempos en los que el urge sumar voluntades y no restar por ello agradeceríamos el respeto hacia las Sociedades de Cazadores que desean el consolidar su perdiz con el apoyo de las de granja, así como otras Sociedades también verán necesario la introducción de la liebre o el conejo.

Nuestra Administración, hace aproximadamente 20 años, prohibió la repoblación con perdiz en nuestros cotos de caza, al mismo tiempo que aprobaba una serie de medidas con el fin de conseguir su ascenso, como: restar días y horas de caza hacia la perdiz, establecer cupos, mejorar el hábitat, etc… Alguna otra Administración emuló las  disposiciones de nuestro Gobierno Foral, pero ya ha dado marcha atrás; y es que como hemos constatado anteriormente contra el progreso y la modernización no se puede ir, aunque las perjudicadas sean nuestra especies cinegéticas. Nuestra Comunidad quizás sea la puntera en innovaciones, pero cuando la medida propuesta y ejecutada no da los resultados esperados, se hace necesario el modificarla o cumplimentarla para alcanzar los objetivos propuestos inicialmente.

En resumen, esta “Mesa de la Perdiz” apoya sin paliativos las repoblaciones con las especies cinegéticas en nuestros cotos de caza, estimando que éstos llegarán a poseer un desarrollo óptico cuando dichos cotos de caza sean autogestionados con responsabilidad por las propias Sociedades de Cazadores.

 

20 de febrero de 2012

 

 

Fdo.: El Colectivo de la Mesa de la Perdiz

 

 

FUENTE: Federación Navarra de Caza


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