Los cazadores posan junto con los dos jabalíes abatidos ayer. armando álvarez

Un buen deportista debe formarse desde su juventud. Así piensan al menos los dirigentes de la asociación de cazadores de Langreo, Unicaza, que decidieron regalar una cacería a jóvenes de diferentes concejos, con el único requisito de tener entre 18 y 22 años. Los resultados finales demostraron que los alumnos pueden superar a los veteranos profesores ya que en escasas dos horas se abatieron los dos jabalíes a los que tenían derecho y en ambos casos el tirador fue el mierense Jorge González Borja, de tan sólo 19 años de edad. Satisfecho por su hazaña, explicó que “en cuatro años había matado otros cinco jabalíes, pero nunca dos en un sólo día” La jornada será recordada por los protagonistas, ya que, como decía Javier Suárez, “esto se debería repetir más a menudo”. José Ángel González, de Laviana, reiteraba que “lo pasamos muy bien, tanto por lo que hicimos nosotros como por ver trabajar a los perros”. Desde el concejo de Aller vino a sumarse a la peculiar cuadrilla Borja Fernández, de 22 años, de los que más de la mitad lleva asistiendo a cacerías.

La única mujer que ayer se colocó en uno de los puestos fue Yenifer Suárez, de San Martín del Rey Aurelio, que reiteraba que “este no es un deporte machista, lo que pasa es que hay más hombres que mujeres que lo practican”. En casi todos los casos la influencia de padres o familiares ha influido en la afición a la caza, tal y como manifestó Daniel Cepedal, un langreano de 19 años que hasta ahora sólo practicaba la caza menor, “pero también es guapa la mayor”. Una excepción a esta generalidad la representaba en el grupo Sergio Llaneza, de 18 años y vecino de Blimea, quien no tiene familiares directos aficionados a la caza, “aunque tengo gente conocida que me inició en este deporte”.

La conformación de la cuadrilla se realizó por sorteo entre los jóvenes que solicitaron la participación, como fue el caso del lavianés Sergio Blanco, que agradecía la iniciativa “ya que se trata de hacer crecer la afición entre los jóvenes”. Afición es precisamente lo que no le falta a Yonathan González, de La Barraca, que con 18 años lleva ya 4 cazando, “a pesar del sacrificio que supone, especialmente económico”.

La cuadrilla la completaron Daniel Cepedal, de Langreo, Alejandro Cuenca, de Sotrondio, David Hevia, de Turón, Ricardo Fernández, de El Cabañón, y Sergio Noriega, de Laviana. Todos ellos compartieron la cacería y la posterior charla en el bar de La Nueva, hasta donde llevaron los dos jabalíes para exponerlos ante los vecinos del pueblo, satisfechos también “porque nos han librado de algunos animales de los que por aquí estamos saturados”, decía Maximino Barquín, quien dejó de cazar hace ya algunos años.

El presidente de la asociación Unicaza, José Antonio Garrido Fernández, explicó que e regalo de una cacería a jóvenes deportistas de Langreo y de los concejos cercanos “es una forma de promocionar la caza entre la juventud, colectivo que lógicamente carece, en casi todos los casos, de dinero para poder mantener la afición”. Unicaza cuenta con casi 300 socios de los que sólo 4 son jóvenes, mientras que la media de edad está entre los 45 y 60 años.

Otro de los elementos que se ha tenido en cuenta para regalar la cacería de jabalí “es el hecho de que en Langreo, y concretamente en el valle del Samuño, tenemos una buena densidad de jabalí, como también de corzo”. Un problema en el que no quieren entrar los cazadores de Langreo es el la delimitación de los lindes con otros municipios, “un tema que es político".

FUENTE: LA VOZ DE ASTURIAS