Una máquina bulldozer abriendo un cortafuego en la zona incendiada próxima a la aldea de Campo del Agua, en la tarde del pasado 17 de octubre. ana f. barredo

Pasaba el día en la casa de un amigo en Campo del Agua y observaba los últimos humos del incendio de Tejeira, que había ardido durante una semana, cuando minutos antes de las cuatro de la tarde, distinguió un todoterreno circulando por el camino de Porcarizas. Lo siguió con los prismáticos y vio como el vehículo se paraba. «Al llegar a la zona del valle, se detuvo unos dos minutos, posteriormente continuó el recorrido y empezó a salir humo y fuego, cogiendo mucha fuerza». Es el testimonio de uno de los principales testigos que ha asegurado ante la Guardia Civil haber visto al supuesto vehículo del celador acusado de incendiar Los Ancares en la misma zona donde el pasado 17 de octubre comenzó el peor fuego que ha sufrido la Reserva de la Biosfera este verano.

Aunque el testigo no pudo distinguir al conductor del todoterreno, su declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, es uno de los indicios más claros en los que se ha apoyado la Guardia Civil para detener a Alberto García González, de 44 años de edad y en libertad con cargos por un delito de incendio forestal tras pagar el viernes una fianza de 10.000 euros.

El testigo de Campo del Agua avisó inmediatamente a la Guardería Forestal y mientras hablaba por teléfono con un agente, «siete un ocho minutos después, observó como detrás del valle y cerca del pueblo de Villar de Acero comenzó a salir humo, no pudiendo ver el fuego por que estaba detrás de una loma». El testigo reconoció que no pudo ver al conductor del vehículo prender fuego, pero aseguró que «sin ninguna duda» el mismo todoterreno, «un Land Rover Defender corto de color verde de la Junta de Castilla y León», podía estar implicado en los dos focos porque tuvo tiempo de recorrer la distancia entre los dos puntos en los que se veía humo. Y no observó ningún otro vehículo por la zona en el momento de iniciarse el fuego.

Otras dos personas que ese día se encontraban en el barrio de Las Valiñas de Campo del Agua, uno de ellos ingeniero forestal, también han declarado que vieron a un Land Rover Defender corto como el del celador de la Reserva Regional de Caza circulando por la zona antes y después de la hora en la que comenzó el fuego; las 15.56 horas, según el parte oficial de la Junta de Castilla y León.

Quienes sí hablaron con el acusado, que se ha declarado inocente, son dos agentes forestales que se cruzaron con su todoterreno oficial en el paraje de Los Carrizales, en el puente de Paradaseca, y una patrulla de la Guardia Civil en la carretera a Villafranca, cuando acudían al lugar del incendio.

A uno de los agentes forestales, sobre todo, le extrañó que Alberto García abandonara la zona sobre las 16.45 horas sin plantearse colaborar en la extinción de las llamas. Los dos funcionarios de la Junta preguntaron al celador por el lugar donde se encontraba el incendio y García le respondió —asegura el forestal en su declaración— que había visto dos focos de humo.

Alberto García González tendrá que presentarse todos los viernes en el juzgado número ocho de Ponferrada que instruye la investigación a la espera de ser juzgado.

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