Una banda de cazadores furtivos ha actuado en varios cotos de la provincia en las dos últimas semanas provocando gran inquietud entre titulares, guardas y vecinos de las zonas rurales afectadas. En esta ocasión, sin embargo, la caza ilegal no tiene como objetivo la consecución de trofeos destacados de corzos, jabalíes o venados sino la consecución de kilos de carne de ciervo. Desde el año 2002, la provincia no había registrado este tipo de actuaciones tan profesionales, aunque el aumento del precio de la carne de venado, ahora a más de dos euros el kilogramo, hacía temer que pudiera producirse tras años de paréntesis. Aunque no se pueden concretar con exactitud el número de ejemplares abatidos, desde el Guarderío de Caza se tiene constancia de, al menos, el abatimiento de 15 animales con un precio en mercado de aproximadamente 3.500 euros, aunque se teme que el número sea mucho mayor.

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