El cazador soriano, Miguel Ángel Aguado Armendáriz, de 21 años de edad y perteneciente a la Sociedad de Cazadores San Saturio, se proclamó el sábado campeón autonómico de caza menor con perro en la final disputada entre los 19 mejores cazadores de la región en el coto abulense de Mengamuñoz.

El vencedor del XXI campeonato autonómico de caza menor con perro logró un total de 4 perdices, en una jornada durísima para la práctica de la caza, con 2´5 grados de temperatura y nieve al principio de la jornada, lluvia posterior en el coto serrano y fuerte viento después.

Este morral le reportó el pase para a la final del campeonato de España de caza menor con perro que se disputará en Cuzcurrita de Río Tirón, en La Rioja, el próximo 11 de diciembre.
Tras el cazador soriano se posicionaron en el podio el abulense, Luis Pérez García, que no tuvo especialmente su día al disparar sobre 4 perdices y tres becadas y quedarse únicamente con dos perdices en su haber, y el bravo cazador salmantino, Javier Sanz Calvo, que con su escopeta del calibre 20 logró otras dos trabajadísimas patirrojas que fueron insuficientes para sus intereses.

El cazador soriano será el único representante regional en la cita reina de la caza menor en España ya que este año, tras la reunión mantenida en la sede de la Real Federación Española de Caza, el pasado mes de enero, se decidió que en el próximo campeonato nacional estarán 23 cazadores, los 18 campeones autonómicos - Ceuta incluida-, el defensor del título de campeón de España del año pasado, el riojano Rubén Fernández y otros cuatro cazadores españoles que irán representando a las comunidades que, en función las licencias federativas expedidas, hayan superado las 50.000 licencias federativas una cantidad que en Castilla y León no ha sido alcanzada nunca.

En la competición regional de hoy, que estuvo organizada por la Federación de Caza de Castilla y León, en colaboración con la delegación de caza de Ávila se dispararon 69 tiros y se abatieron, 15 perdices, un conejo, una liebre y una becacina, quedando, desde el noveno puesto hacia abajo el resto de cazadores “bolos”, o lo que es lo mismo, sin ninguna captura en su haber.