El inicio de la temporada de caza menor en la Comunidad se saldó, en líneas generales, con unos resultados aceptables en cuanto a perdices se refiere, salvó en Ávila, que se dio mal, bien en conejos y preocupante en liebre, que apenas se vieron.

Esta es la primera valoración que aportó el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, el burgalés Santiago Iturmendi, que destacó que la climatología acompañó a los cazadores, con una jornada en la que sólamente hubo alguna llovizna en las zonas nortes regionales, pero que no fue óbice para que más de 100.000 aficionados disfrutaran de la cinegética en el día del desvede de la campaña.

"En general se cazó bastante bien la perdiz, la especie reina de la caza, según los datos que me han aportado los delegados provinciales. Únicamente como nota negativa tengo que señalar que en Ávila las patirrojas no se dieron bien. La perdiz allí ha criado poco y  mal y ayer se pudo comprobar. En el resto de la Comunidad se lograron aceptables perchas perdiceras, como ya esperábamos, pero también es cierto que la perdiz aún no está fuerte y salvo en los lugares donde sopló fuerte el viento, como en Burgos, no fue muy difícil cazarlas. En cuanto a conejos, tengo constancia de que se han cazado muy bien y en algunos cotos de forma excepcional. Apenas ha llovido y son múltiples los acotados donde no han llegado las enfermedades que afectan y asolan la población de conejos, con lo cuál los aficionados sí se divirtieron con el orejudo." apunta Iturmendi.

Para la liebre los resultados fueron peores. “Me gustaría decir lo contrario pero se vieron muy pocas rabonas, incluso en los cotos donde no se las caza y se las respeta.  No quiero ser agorero pero creo que desgraciadamente no vamos a volver a ver liebres por nuestros campos como antes se veían en un buen número de años. Ojala me equivoque, pero la liebre no parece ser que  no levanta  la cabeza.”

La campaña que ayer comenzó y que culminará el 31 de enero de 2011 también tuvo su anécdota ya que en el municipio burgalés de la Merindad de Montija, un restaurante local premia al primer cazador que presente la primera becada cazada este año. La becada, chocha perdiz o pitorra - algunos de los nombres con el que se la conoce-,  es un ave migratoria que arriba a la comunidad cuando los fríos comienzan a dejarse notar en Europa. Ayer se cazó esa primera becada y fue presentada en el establecimiento a la una y cuarto de la tarde, lo que hace presagiar una buena entrada de la Dama del Bosque de aquí en adelante.

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