La mafia que acabará con la anguila en el Guadalquivir
Enviado por Elmundo.es el 03-07-2019
Nada hay más caro en el estuario del Guadalquivir que la cría de la anguila. Ningún tipo de marisco que allí se pesca, ni de droga que por allí transita, genera los precios de la angula: entre 4.500 y 7.500 euros el kilo en su destino final. La codicia ha llevado a la especie a situarse en peligro crítico de extinción, justo como se hallaba el lince tres años atrás. Pero anguilla anguilla tiene los días contados: ni es hermosa ni casi visible y, además, se come.
Desde 2010 está prohibida su pesca en toda Andalucía y el resto del continente por orden de la Unión Europea. Aunque la anguila desaparece a ojos vista. De ser parte del río y la marisma, con 400.000 kilos de pesca anual, a los 300 del 2009. Pero su captura sigue generando interés. Es más, existe toda una mafia que lleva las angulas vía aérea sobre todo a Asia en maletas normales y llenas en realidad de agua y alevines.
Según un informe de la Guardia Civil en poder de este diario, «la comercialización de la angula es una actividad altamente lucrativa». En estos años de la moratoria de pesca, se ha «intensificando y especializado una 'mafia angulera', cuyo fin último es la exportación a países asiáticos, con salida de la mercancía desde Barcelona o Portugal», añade la Guardia Civil.
Inspectores de la Junta y el Seprona intevienen una de las estructuras empleadas para pescar la angula.
Carlos Fernández Delgado, profesor de la Universidad de Córdoba, es el gran experto de la fauna piscícola andaluza. A él recurre la Guardia Civil cuando se produce una intervención y necesita de su ojo experto. Lleva décadas estudiando a la anguila y señala que el 99% de la población se ha perdido.
Él es parte activa del plan de recuperación de la especie, que impulsa la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible. Realiza liberaciones de ejemplares en ríos de Andalucía, junto a inspecciones de los obstáculos, vigilancia de calidad del agua, estado sanitario de las anguilas y campañas de divulgación. La Junta informa de que va a realizar un «marcaje de ejemplares para conocer los desplazamientos» en el Guadalquivir.
La Consejería considera que «la especie adulta no ha tenido nunca una cultura gastronómica en Andalucía (salvo algún plato en Cádiz), pero su venta a Portugal ha mantenido vivo el interés y la pesca ilegal en Andalucía». Fernández Delgado también vio con sus ojos los impresionantes centros de distribución ilegal de angulas que se desarticularon en Los Barrios en enero, y en Algeciras en 2018, en este caso con diez ciudadanos chinos arrestados. Allí, introducían alevines en maletas camufladas, llenas de agua salada, que los porteadores llevaban en barcos y aviones casi siempre a Asia, pero también a Marruecos y Portugal. Un kilo de angulas generará 1,2 millones de kilos de anguila, de sabor altamente apreciado en ambos casos. Se han decomisado angulas en todos los aeropuertos andaluces entre 2015 y 2018. Un total de 700 kilos, más de 2 millones de alevines, que se liberan de nuevo a los ríos.
Los llamados riacheros, pescadores fluviales de Trebujena, Isla Mayor y Lebrija, han ido a por la angula durante muchos inviernos, que es cuando llega desde el Caribe y entra al río. En realidad ni embarcan, les basta con colocar objetos flotantes a los que enganchar redes de 1 milímetro de luz. Simplemente con la marea se filtra el agua y deja atrapados los alevines. No angulas en exclusiva. Por cada kilo de ellas se atrapan 66 kilos de alevines de otros peces y crustáceos.
Maletas empleadas en el transporte de angulas tras su pesca ilegal.
La captura de la angula contraviene leyes sobre contrabando, flora y fauna, pesca, espacios protegidos, e incluso el Código Penal, por usar sistemas no selectivos. En teoría, en noviembre de 2020 finalizan los diez años de moratoria. Pero incluso con la probable ampliación, quizás sea tarde.
El animal se las trae. «No podemos ni criarla en cautividad, pues nunca nadie ha capturado una anguila lista para desovar», dice Fernández Delgado. Ponen las huevas a 6.000 kilómetros, en el mar de los Sargazos, en el Caribe, en un lugar y a una profundidad desconocidos. El cambio climático ha alterado las corrientes marinas y eso lleva a las angulas al azar. La primera presa del Guadalquivir, la de Alcalá, ha limitado en un 90% su hábitat fluvial. Y se la pesca tanto en fase de angula como de anguila plateada, ya madura y lista para desovar en el Caribe.
La Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible estima, como la UICN, que hay «alta probabilidad» de que en 15 años quede extinta. Seguiría los pasos del esturión, la otra especie del Guadalquivir muy rentable que fue esquilmada. Y eso que dio lugar a una fábrica de caviar en Sevilla. Pero ni así.
FUENTE: https://www.elmundo.es
No hay comentarios