Otro día más en el paraiso, si cacemos o no cacemos, para mi estar en el monte de aguardo, es como estar en el paraiso. Es verdad que al principio cuesta un poco, porque hace frío y la noche no es nuestro medio natural, por tanto te asaltan miedos, inseguridades y un sin fin de cosas. Pero a base de ponerte un día tras otro, le vas cogiendo el gustillo, es como una droga que aunque pase uno penurias, al final necesitas ponerte.

Hoy me pongo más tarde de lo habitual, en esta ocasión me acompaña mi amigo Montero, de ahí el retraso, ya que él tenía obligaciones antes de ir de aguardo. A las 19:30 horas, ya de noche, aunque no cerrada llegamos a la zona donde dejo el coche aparcado. A las 19:45 estamos ya ataviados con todos los cacharros y nos subimos al árbol. Montero se mueve más que un saco de pulgas, ya que no encuentra la postura, pero al final conseguimos más o menos estar cómodos.

Temperatura 15º C, viento de levante no puro, ya que es algo variable con rachas flojas a moderadas, aunque en ningún momento llega a molestar y oimos bien el monte.

Los perros de las casas cercanas no paran de ladrar, eso es una señal inequívoca que los jabalíes se están moviendo de los encames. Aunque no oimos romper el monte ni peleas ni los característicos resolplidos que te ponen el corazón a mil.

La luna esta a tope, pero está muy nublado, con lo cual no ilumina el campo y hace que los guarros se muevan, los días de luna fuerte están más recelosos.

Serían las 11 de la noche y escuchamos los jabalíes por el arroyo danzando, uno de ellos chilla de tal manera que nos hace sobresaltarnos, están muy cerca. Callados y muy atentos nos tienen, hasta que escuchamos traqueteo en el arroyo hacia abajo. ¡Se van!. A las 00:15 am con un frío de mil demonios damos por terminado el aguardo, deseosos de un té caliente que nos espera en el coche.

La cámara muestra que ese día no quisieron entrar

Tras revisar la cámara veo que al día siguiente entran dos "búfalos", están muy bien criados estos jabalíes que estarían la mar de ricos en caldereta.

¡Seguiremos intentando!.