En concreto, entre los cazadores que han tomado parte en esta estadística casi la mitad destina entre 500 y 1.500 euros anuales a la caza (47,9 %), siendo un 19 % los que gastan menos de 500 euros al año, un 21,2 % entre 1.500 y 3.000 euros y sólo un 11,7 % los que sobrepasan los 3.000 euros.

Estas cifras reflejan que la caza en España es practicada mayoritariamente por cazadores que invierten menos de 125 euros mensuales, y aleja a la actividad cinegética del estereotipo de ser una afición elitista, practicada por “ricos”, como se ha pretendido inculcar a la sociedad desde los sectores anticaza.

La importancia de la cultura cinegética y la tradición familiar para iniciarse en la caza también queda patente en esta encuesta, en la que un 67,3 % de los cazadores afirma ser hijo de cazador, siendo relevante el hecho que indica que los cazadores que más utilizan las redes sociales son hombres (95,3 %) y tienen una edad comprendida entre los 25 y los 40 años (40,2 %), frente al 3% que tiene entre 14 y 17 años, un 14,2% entre 18 y 24, un 21,5 % entre 41 y 50 años, un 18 % está situado en la franja de edad entre 51 y 65, y un 3,1 % ha cumplido más de 65 años.

Más datos del perfil del cazador en España revelados por este estudio, que se ha llevado a cabo a nivel nacional, muestran que el 40,9 % reside en localidades con más de 10.000 habitantes y un 33,1% en municipios con menos de 3.000 habitantes.

En cuanto al nivel de estudios, un 23 % ha completado el ciclo universitario, el 22,8 % cursó educación primaria, el 27,2 % educación secundaria o bachillerato y un 25,5 % formación profesional.