En lo que va de verano la Sociedad Galguera La Liebre ha sufrido 16 incendios en la parcela que la Junta de Extremadura tiene cedida a este colectivo junto a Las Vaguadas. Se trata de un terreno de 8.000 hectáreas donde crían liebres para practicar la caza con sus perros. Aseguran que los fuegos han arrasado 60 hectáreas y han causado importantes daños y que se trata de incendios intencionados.

El presidente de la sociedad, Antonio Caballero, ha denunciado ante la policía estos casos y espera que se identifique a los culpables. No es la primera vez, desde hace tres veranos su parcela sufre fuegos de este tipo.

Caballero cree que se debe a los problemas que han tenido con la gente que saca a pasear perros por su parcela. Les permiten que lo hagan, pero está prohibido que vayan sueltos porque matan a las liebres que están criando. Eso ha provocado ciertos desencuentros y el representante de los galgueros cree que los incendios son una venganza.

Pide a las fuerzas de seguridad que traten de identificar a los responsables y que aumenten la vigilancia en la parcela. El terreno es muy amplio y la sociedad, según detalla Caballero, no tiene medios para poder controlar toda su extensión. El presidente teme que, si son los socios los que encuentran a los autores de los fuegos, se produzca un enfrentamiento. «Es mejor que los cojan ellos porque, como seamos nosotros, no sé qué va a pasar».

Antonio Caballero explica que, para su sociedad, con 170 miembros, esta parcela es vital para poder practicar su pasión, la caza con galgo. «Esperamos todo el año y cuidamos la parcela y las liebres y ponemos dinero y va a llegar el momento de levantar la veda y no vamos a tener nada porque estará todo quemado».

Los incendios no solo destrozan la finca, sino que matan a las liebres y a las perdices que viven en la zona y que necesitan para poder cazar en los momentos en los que están autorizados. Caballero explica que, en otras ocasiones, son los perros que, ilegalmente, sueltan en su terreno, los que matan a estos animales. Eso provoca, por ejemplo, que un socio de su colectivo tenga que marcharse fuera, a veces lejos de Extremadura, para practicar esta actividad.

En ocasiones se ha achacado la causa de los fuegos a los propios galgueros, al ser en su zona. Les han acusado de utilizar los incendios para limpiar el solar. Antonio Caballero niega tajantemente esta posibilidad. «Nosotros cuidamos la finca, nunca la dañaríamos».

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