No se trata de un episodio de un libro fantasioso de George Orwell, es verídico. La rebelión de los cerdos silvestres contra los campos de golf costasoleños es una realidad que ahora critica el sindicato Asaja como una consecuencia de que la Junta de Andalucía se esté retrasando más de la cuenta en la aprobación de la Orden General de Vedas. El efecto contra el turismo de este deporte, en la zona con más campos de Europa, y sobre la agricultura les ha llevado a reclamar una solución urgente contra estas incursiones.

En recintos deportivos como Lauro Golf en Alhaurín de la Torre han intentado todo tipo de actuaciones para repelerlos pero son infructuosas, por lo que siguen a la espera de esta acción determinante de los cazadores. Ponerle pelo humano por determinadas zonas del campo, usar fuertes detergentes o colonias, provocar fuertes deflagraciones o ponerles música alta no han servido de nada en casos anteriores y que ahora se repiten. La actuación de piaras de hasta diez ejemplares supone grandes destrozos y la imposiblidad de jugar a su deporte favorito con normalidad al que se levanta temprano para hacerlo. Además del efecto a la imagen turística de estos recintos.

El sindicato entiende que «no es comprensible» dicho retraso en la apertura de las vedas para su caza. Solución de equilibrio cinegético que este año se está postergando mientras las subidas de temperaturas hacen que estos animales busquen los lagos y verdes prados del golf para refrescarse y alimentarse. Las sorpresas son mayúsculas. Y los campos de golf donde se han notado sus excavaciones van desde Lauro Golf e, Alhaurín de la Torre, a otros de la corona verde de Marbella o los de la zona de Calahonda y Cerro del Águila en Mijas. Muchos de ellos considerados entre los mejores del continente y con el cartel de llenos en estas fechas.

En septiembre de 2016 el Partido Popular de Mijas llegó a proponer la instalación de comederos y bebederos en la sierra para que estos animales no hicieran de las suyas en sus campos de golf. Hoy la solución se antoja difícil si no se consigue con la intervención de la caza regulada. La misma inacción también impide regular las camadas de conejos en la zona norte de la provincia donde también hacen estragos en los cultivos.

Así las cosas, Asaja sostiene que no sólo hay problemas con la tardanza en este sector turístico y en el numeroso gremio de los cazadores, que esperan ansiosos esta orden de autorización, sino que también afecta al sector agrario, ganadero, propiedades forestales y núcleos urbanos cercanos a los montes. «Además del jabalí, especies como ciervo y muflón son partícipes de numerosos accidentes de tráfico a lo largo del año, en las zonas de gran abundancia de estas especies», sostiene Asaja en una nota.

El desconocimiento de las fechas de comienzo de la actividad cinegética, también provoca no poder actuar sobre el control de población por daños principalmente provocados por conejos, jabalí, ciervos o muflones. «Por ejemplo, la resolución de área de emergencia cinegética por daños de cerdos asilvestrados, regula, que las batidas de gestión y caza a la mano, podrán comenzar un mes antes del periodo hábil de la especie, por lo tanto, al no existir orden, los cotos no pueden organizar dichas actividades», explican desde Asaja.

Además de esto, las mismas fuentes recuerdan que la actividad de la caza o los controles poblacionales es compleja e implica la participación de muchos gremios, como son orgánicos cinegéticos, rehaleros,veterinarios, muleros, y por su supuestos los cazadores.

 

FUENTE: http://sevilla.abc.es