Hace unos días un compañero del foro me preguntó si podría pavonar un arma que tiene tocada de una forma fácil y rápida, y como si es posible hacerlo pues he pavonado una piecita para que lo viera. Una vez que hago la explicacion para él, entonces la pongo en abierto y así quizás le sirva a alguno otro que pretenda hacerlo. Supongo que alguno o muchos sabréis hacerlo de ésta y otras maneras, pero creo que ésta es la mas sencilla y rápida, así que paso a explicar los pasos que yo he seguido.

Vamos a ver los productos que necesitamos; en primer lugar un quitaóxido y lógicamente un pavonador. Yo el quitaóxido he usado el que he testeado estos días pues me ha dado buen resultado y la forma de usarlo ya la tenéis en el hilo en cuestión (Ver reportaje: Cómo quitar el óxido de cañones de un arma). 

Tambien he usado un removedor de pavón, que en realidad no sería estrictamente necesario pues el quitaóxido desaparece el pavón, pero bueno, si os queda alguna esquinita o queréis darle una pasada con el después de acabar no está de más y siempre puede mejorar un poco el resultado.

Y al final, como el pavón es simplemente una oxidación controlada, es necesario neutralizar el pavón químico en el momento que tiene el color que deseamos. La evolución del color tras el pavonado va del negro al azulado y después al marrón; a partir de este momento ya pasa a ser una oxidación fea, así que podéis neutralizarlo en el momento que deseéis. Como veréis yo para la explicación lo he neutralizado nada más acabar en un color negro por adelantar tiempo en el trabajo. Para esto podéis usar cualquier aceite neutro, yo suelo usar vaselina líquida, queda el color algo más mate que con aceites, pero es que lo de la vaselina siempre lo tengo a mano pues ademas de para esto sirve para suavizar cuando Hacienda te mete los puyazos o cuando los políticos te dan por ahí , y además sé que muchos lo tenéis escondido, ¿a que si pervertidos?.

Bueno, pues ya con todos los productos preparados comenzamos la limpieza de la pieza, echamos el quitaóxido, dejamos actuar y limpiamos; ya se nos irá la mayor parte del pavón. Si no es así repetimos o usamos el removedor de pavón de manera que la pieza quede libre de todo el pavó; nos ayudamos con un estropajo de estos verdes de cocina para dejarlo bien limpio. Estos estropajos los hay más duros y menos, usad de los menos duros para que no deje ninguna marca en el metal.

Es necesario limpiar la pieza lo mejor posible. El resultado del pavonado es directamente proporcional a la limpieza efectuada.

Una vez limpia de pavón viene la parte más sencilla pero a la vez la que más pavonados estropea por no hacerla bien. Hay que limpiar muy bien la pieza y liberarla de cualquier resto de polvo o suciedad que contenga. La mejor solución es lavarla con agua, y como truco lo ideal es, una vez limpia, volver a mojarla con agua hirviendo o con una simple vaporeta.

¿Por qué?.Muy sencillo. El agua hirviendo o el vapor de la vaporeta, que no es más que agua hirviendo, calienta el metal a pavonar. Con el calor que adquiere la pieza, ella misma se seca evitando los restos de agua.

Una vez hecho esto ya tenemos que tener mucho cuidado de no volver a contaminar la pieza, así que NADA DE TOCARLA CON LAS MANOS, la grasa que desprenden los dedos es neutralizante del pavón y donde pongáis los deditos os quedará una marca al pavonar, así que buscáis una solucion para coger la pieza sin usar los dátiles. Podéis meter una pieza de madera por el interior de los cañones si es una escopeta, o un hilo resistente si es un rifle, o ingeniároslas como queráis pero no tocar la pieza a pavonar. Después de colocada donde vayáis a hacerlo, con un papel de cocina de los esponjosos, le dáis una nueva limpieza asegurándose de que no queda nada de suciedad, sudor, agua o polvillo.

Y ahora cogemos el pavonador, y bien con un algodón o con un papel de los de cocina lo humedecemos con el pavonador y vamos dando pasadas sobre la pieza. Procurad que las pasadas sean lineales pues aunque parezca mentira si le dáis una en cada dirección se va a acabar notando en el pavón, así que le damos pasadas lineales lo más largas posible y después de la primera pasada quedará más o menos así:

Observad que tras una pasada el color del pavón es más claro que lo que tiene el resto del arma.



Es normal, la pieza no está tratada homogéneamente, así que damos más pasadas hasta tener el color aproximado que queremos. Si entre pasada y pasada dejamos actuar el producto unos minutos irá cogiendo fuerza el color. También tened en cuenta que el pavón en sí es mate; el brillo lo daremos con el agente neutralizante; más brillante si es aceite, menos brillante pero más efectivo si es vaselina, así que cuando creáis que tenéis la pieza a vuestro gusto dejamos de dar pavón. Yo he dado 3 manos y los resultados son éstos.

Se puede dejar mejor con más tiempo y si la pieza tiene más interés que ésta que estoy haciendo, una vez que está donde creéis que debe de estar seguimos sin tocarla con las manos, le pasamos un trapo limpio para eliminar algún resto de papel que haya podido quedar y con un algodón le damos la vaselina (o el aceite si lo preferís). En ese momento el pavón cogerá brillo y los resultados serán parecidos a éstos:

He sacado la pieza a la luz natural para que ningún reflejo dé falsas imágenes. Podéis ver como quedaría realmente.

Quizás no sean los resultados de un pavón por immersión, pero desde luego a mi me parece que son bastante aceptables.

Después, durante unos dias, hay que controlar la pieza pavonada y comprobar que ha quedado el pavón bien neutralizado. Para no correr riesgos es aconsejable que al día siguiente y a los dos días aceitemos el arma dejando el aceite sin limpiar. A los dos o tres días ya podemos limpiar el arma de aceite y quedará perfecta.

Bueno, pues si a alguno os sirve estupendo. En caso contrario os jodéis y aguantáis el hilo, que hay al menos uno interesado en él.


Saludos pavonados.

Jamin