Investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), centro de investigación multidisciplinar dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), junto con compañeros de la Universidad de Tras-os-Montes (Portugal), han estudiado el papel que juega el conejo de monte en el mantenimiento de la bacteria coxiella burnetti , agente causante de la fiebre Q, enfermedad que afecta a animales y personas pudiéndoles llegar a ocasionar problemas de infertilidad y abortos. Además, en las personas, esta enfermedad puede ocasionar cuadros de fiebre recurrente, neumonía atípica, hepatitis o, si la infección persiste en el tiempo, inflamación del endocardio.

Para llevar a cabo su trabajo, los investigadores del IREC, pertenecientes al Grupo de Sanidad y Biotecnología (SaBio), David González-Barrio y Francisco Ruiz-Fons, y los de la Universidad de Tras-os-Montes, Elisa Maio y Madalena Vieira-Pinto, realizaron una selección de muestras de conejos cazados o capturados en trece puntos distintos de la Península Ibérica (España y Portugal), y de las islas Chafarinas, frente a la costa de Marruecos. Con esta muestra se analizó la exposición individual a la coxiella burnetti , la existencia de infección sistémica y la eliminación de la bacteria mediante secreciones, tres rasgos que, de confirmarse, proporcionarían evidencias del mantenimiento de esta bacteria en las poblaciones de conejo.

Los resultados concluyeron que la bacteria coxiella burnetti está presente en más de la mitad de las poblaciones ibéricas de conejo, con niveles de circulación de entre el 7 y el 80%, además de en granjas de conejo. Asimismo, evidenciaron la presencia de infecciones sistémicas en algunos animales y comprobaron que los animales infectados son capaces de eliminar la bacteria en secreciones y, por tanto, de transmitir la infección. La confirmación de estos tres rasgos, unida a la amplia distribución geográfica del conejo en la Península Ibérica, muestra, según los investigadores, que el conejo es un verdadero reservorio de coxiella burnetti , capaz de mantener circulando esta bacteria por sí solo sin la intervención de terceras especies. Además, los investigadores consideran que al presentar esta especie una amplia distribución en Europa, su rol en el ciclo de vida de la bacteria aludida podría trascender las fronteras de la península.

En su estudio, que publicará la revista Emerging Infectious Disease, los investigadores concluyen que las personas con elevado grado de contacto a los conejos, como productores, cazadores, guardas de caza o investigadores, podrían estar expuestas a la infección por coxiella burnetti . No obstante, advierten que este resultado no es alarmante para la Salud Pública, ya que la infección provocada por dicha bacteria causa enfermedad en un bajo porcentaje de las personas infectadas y el tratamiento con antibióticos es efectivo para eliminar la infección, aunque sí es importante debido a la incidencia y al potencial epidémico de la misma, considerada como potencial arma biológica.

El conejo de monte es una especie nativa de países mediterráneos, aunque se ha establecido en un gran número de países donde ha sido introducido. En la actualidad está ampliamente distribuido en el oeste y centro de Europa (incluyendo las islas británicas) y está presente en islas del Mediterráneo, Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile. El conejo es una especie clave en los ecosistemas mediterráneos, ya que es presa de numerosos depredadores, incluido el lince ibérico, pero también es una especie ganadera importante.

 

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