“El hambre es muy mala y por eso se bajan aquí a comer”. Así de gráfico explica Remigio Talavera, presidente del coto de caza de la pedanía de Las Casas, el problema al que se enfrentan cada año decenas de cerealistas de la provincia ante los daños que provocan en maizales las entradas indiscriminadas de jabalíes desde montes cercanos.

Talavera apoya las reivindicaciones de los agricultores afectados en el anejo ciudarrealeño aunque las pérdidas son difíciles de cuantificar, algún productor las ha tasado hasta en un 20 por ciento menos de producción, y las medias para paliar y evitar estas visitas son “ineficaces”.

Junto a Talavera, Santiago Aparicio, titular de varias parcelas de maíz en dicho coto, refrenda las quejas de un colectivo que “está harto de alimentar a los guarros, mientras que los titulares de las fincas no se responsabilizan de las pérdidas y para ellos todo son beneficios”.

En el caso de Las Casas, agricultores y cazadores aseguran que las pequeñas manadas de cochinos (entre cuatro y ocho) bajan de la cercana finca Santa María, ubicada en Picón al pie del río Guadiana.

Talavera es el más taxativo y el que plantea la necesidad de que la Administración autorice formas más efectivas de abatir a estos animales salvajes que tienen la cama y la despensa dentro de los extensos maizales que crecen en la comarca ciudarrelaeña del noroeste.

“Como en la finca no tienen comida, vienen aquí y devoran el maíz, los engordan los agricultores y cuando llega octubre y ya hay bellotas vuelven a la finca y sus propietarios organizan monterías en invierno y cobrando”, comenta Talavera.

Es peor en años de sequía que dificulta el crecimiento de vegetación en su entorno más próximo y tienen que recorrer kilómetros, por la noche y de madrugada, hasta llegar a los cultivos de cereales (sobre todo maíz porque se cosecha a final de año) “para comérselo en tierno”.

Las grandes extensiones de regadío atraen a las manadas de jabalíes porque allí “tienen comida, agua, barro para bañarse, y una tupida vegetación que les da tranquilidad hasta que se cosecha”, narraron los mismos portavoces.

Solución

La solución para paliar los daños a la agricultura producidos por los jabalíes y también por los conejos son las autorizaciones de caza fuera de temporada cinegética, aunque las consideran “poco eficientes”.

El joven cazador Javier Maldonado explica que las medidas que contempla la Ley de Caza, como son las esperas nocturnas y la entrada de rehalas sin armas, “no son útiles” porque respecto a la primera “dentro de los maizales no se sienten atacados, y no salen, y tampoco sabemos si van a venir a las diez de la noche o a las cuatro de la madrugada”, y sobre la segunda dice que “los perros no son suficientes porque si mueven a los jabalíes, éstos huyen por otro lado o incluso atacan a los perros, los pinchan y los rajan”. 

“La única medida efectiva sería que pudiéramos utilizar la escopeta con los perros”, asegura.

Talavera y Aparicio aseguran que los agricultores se sienten indefensos, dado que “son muchos los costes de producción, mientras que los precios de venta de la producción son bajísimos”. “Y a eso hay que añadir este problema”, lamentaron.

En el caso de los conejos “que hay en algunos rodales”, están autorizados los descastes con hurones y también con escopetas y “así se controlan”, una dinámica “que nada tiene que ver con la presencia de los guarros”.

El coto de Las Casas tiene 2.000 hectáreas, de las que 600 son cultivos de maizales. Sólo en este término hay una docena de productores con daños agrícolas por jabalíes, aunque en la provincia habría decenas al haberse consignado destrozos en Pueblo Nuevo del Bullaque, Porzuna, El Robledo y El Torno, como así lo confirmaron también fuentes de Asaja.

En la provincia de Ciudad Real cada año se siembran unas 7.000 hectáreas de este cereal en dos momentos del año, el temprano y el tardío, siendo en el periodo de crecimiento -hasta su recolección a principios de diciembre- cuando se regostran las inoportunas visitas.  o

Una lucha de tú a tú

La caza el jabalí es un reto para el hombre. Javier Maldonado asegura que ese animal “es el más listo con diferencia, y el cazador no tiene una excesiva ventaja”. “Es una lucha de tú a tú” dada la extrema astucia del animal y la intelectualidad del humano. “Por la noche tiene una buena visión pero los órganos más desarrollados son el oído y el olfato, resultado de la presión cinegética sobre esta especia a lo largo de los años”, explica.  

Aduce que en una montería es fácil cazar a los cochinos porque “van huídos”, si bien la ‘modalidad’ rústica en campo abierto es más complicada. “Aquí vienen por donde quieren, cogiéndote los aires y conociendo por donde quieren ir. Hacen arqueos para sortear los canales de aire y salen en estampida a 40 kilómetros por hora”, detalla este joven cazador.

“Tienes que ser más listo que él y adelantarte a sus estrategias”, aunque “si cambia el aire, y te huele no hay nada que hacer”. Además, el estratega jabalí se mueve como una pluma (un macho puede pesar entre 70 y 90 kilos) con sus pezuñas acolchadas y una discreción que no es oída por los cazadores a cinco metros, según relatan. Puede volver sobre sus mismos pasos y engañar a los perros. 

No atacan sino se ven acosados y lo hacen cuando están heridos, aunque causan muchas bajas en las rehalas. “Si es uno grande ‘se acula’ (en el caso de los maizales) y usa sus colmillos como un cuchillo. Así, perro que se acerca pero que es rajado”, concluye Maldonado.

Autorización excepcional

Ante el aumento exponencial en esta época de los estragos producidos a la agricultura, no sólo por jabalíes, sino también por conejos y zorros (en menor medida), el Reglamento Caza de Castilla-La Mancha contempla en su artículo 44 una autorización de carácter excepcional para  prevenir estos destrozos, en el caso del jabalí, con  esperas nocturnas o diurnas y las entradas con rehalas para “ahuyéntarlos”.

Fuentes de la Consejería de Agricultura explicaron que estas habilitaciones son de carácter “puntual”  para evitar el daño o paliarlo, ya que están fuera de los periodos hábiles de caza en cotos cinegéticos. 

De hecho, los periodos hábiles de caza en la temporada 2014-2015 en caza mayor en terrenos sometidos a régimen cinegético especial se desarrollarán en Castilla-La Mancha entre el 8 de octubre al 8 de febrero de 2015. Se podrán abatir piezas por varios métodos como el rececho y el aguardo de ciervo, corzo, gamo, jabalí y muflón. 

Igualmente, el período hábil para todas las especies de caza menor (ahoa está vigente la media veda) también comienza el día 8 de octubre y termina en febrero de 2015, con excepciones.

FUENTE: LANZA DIGITAL