“Estamos bastante satisfechos con el resultado. De hecho, de las alegaciones que presentamos al proyecto desde la Federación Andaluza de Caza (FAC) se ha aceptado más de la mitad”, explica Víctor López, delegado en Almería de la FAC.

En la provincia de Almería hay unos 15.000 cazadores, 8.000 federados, y para ellos, el proyecto de reglamento de caza que ha elaborado la Junta supone un avance sobre la normativa existente y, en general, es valorado positivamente.

El nuevo Reglamento de Ordenación de la Caza de Andalucía, que sustituirá al vigente, aprobado en 2005, pretende dar respuesta a los cambios producidos en la actividad cinegética en los últimos años, por lo que, entre otras cuestiones, el texto amplía y modifica sustancialmente las modalidades de caza, recuperando algunas de larga tradición. 

Entre las incorporaciones, desde la FAC destacan los aguardos o acehos nocturnos de jabalí, fundamentalmente ligados con el control de daños en zonas de cultivos, el zorro en madriguera y la perdiz roja con reclamo. Respecto a esta última modalidad, Víctor López destaca el hecho de que Almería sea la provincia andaluza con mayor número de licencias y con muchos aficionados.

Otra de las cuestiones que se recogen en el nuevo reglamento, es la flexibilización de los trámites necesarios para la creación de cotos de caza. 

En el caso de los cotos intensivos, aquellos que tienen como fin prioritario el ejercicio de la caza mediante sueltas periódicas de piezas de caza menor criadas en granjas cinegéticas o mediante repoblaciones de especies, la modificación prevista en el futuro reglamento es vista con buenos ojos desde la FAC. 

“Puede convertirse en generador de empleo, porque las granjas de perdiz roja que ya existen van a tener un espacio en el que poder hacer las sueltas y tener mayor actividad”, comenta López.

Diente en mano

Otra de las modalidades que se autorizan en el nuevo reglamento es la denominada diente en mano. Se trata de una forma muy tradicional de caza en la que el cazador no lleva armas, sino que es el perro el que captura a las piezas, habitualmente conejos y, en raras ocasiones, liebres. 

De esta forma, son dos animales los que compiten en el mismo lance, por lo que,  en opinión de López, “es una modalidad muy equilibrada y conservacionista”. 

El reglamento abarca todos los aspectos de la actividad cinegética, como la valoración de las piezas de caza. En este sentido, dentro de la caza mayor, la cabra montés está a la cabeza con un valor de 4.929 euros, y el jabalí el último, con 578 euros. En cuanto a la caza menor, una perdiz está valorada en 57 euros y un conejo en 38. Estos precios se fijan para casos de indemnizaciones entre propietarios de cotos u otro tipo de conflicto.

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